Según la encuesta CERC-Mori de este mes de abril, publicada ayer, jueves 26, casi un 70% de los chilenos no aprueba la actuación de la Iglesia católica en cuanto a la forma de afrontar los abusos sexuales en su seno y el encubrimiento de los mismos. Ante la pregunta ‘¿Ud. aprueba o no aprueba la forma en que la Iglesia católica en Chile está actuando frente a la acusación de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, o no sabe lo suficiente para opinar?’, solamente un 31% de los encuestados respondió afirmativamente. Según recoge el Mostrador, es una bajada de 8 puntos respecto al 39% de chilenos que el año pasado confiaba en la Iglesia, si bien no vuelve a los datos de 2015, año en que solamente un 20% de chilenos se fiaba de la institución.
Por otro lado, James Hamilton, una de las víctimas de Karadima, ya se encuentra en Roma para asistir al encuentro privado al que el papa Francisco le ha invitado, junto a Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, para “compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias que puedan realizarle para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables”.
En entrevista con Deutsche Welle, Hamilton ha asegurado que la invitación de Francisco “es un primer gran paso. Es una forma bien impresionante de reparación la que hace el papa Francisco, no solo con nosotros, sino con todas las víctimas de abuso (…) y un gesto muy humilde por su parte”. También añadió que “es una reunión que tiene una fuerza inédita, un empuje nunca visto para avanzar en estos temas” y a la que irán lo más respetuosamente posible pero con la verdad por delante.
El cardenal Andrew Yeom, arzobispo de Seúl, ha resaltado antes de la histórica reunión entre Moon Jae-In y Kim Jong-Un el fundamental papel de la comunidad cristiana en la búsqueda “de la unidad del pueblo coreano y la reconciliación de la península”. Esto se refleja, entre otras cosas, en las obras de caridad que los cristianos coreanos llevan a cabo por parte de la Iglesia del sur para con la del norte, de la que el mismo Yeom es administrador apostólico. Pero el mejor ejemplo de la preocupación católica por la paz es la Misa de reconciliación que desde hace 23 años se celebra semanalmente en la catedral de Seúl.
En la de la semana pasada –la número 1.163– agradeció a Dios “el viento de la paz que se la levantado recientemente sobre la península”, y calificó la reunión de “invalorable oportunidad de gracia, que Dios ofrece a nuestro pueblo, que tan profundamente desea la verdadera paz”. Según Vatican News, también se mostró agradecido tanto con el papa Francisco como con Benedicto XVI, por “haber solicitado a las autoridades responsables de la construcción de la paz en la península coreana, que resuelvan correctamente las cuestiones actuales a través del diálogo, pidiendo a todos los pueblos de buena voluntad del mundo rezar por esta intención, cada vez que se les ha presentado la ocasión”.
Como informaba ayer, 26 de abril, Europa Press la resolución del Tribunal Supremo –que no se puede recurrir– exime al denunciante del caso Romanones de pagar las costas del juicio. El joven había sido condenado tras el juicio a cubrir los costes de la defensa debido a que el tribunal consideró que había actuado “con mala fe” y “temeridad” al denunciar al padre Román por abusos sexuales, que finalmente fue absuelto. Otro punto que llevó a esta condena es la inusual duración y esfuerzo del proceso, en el que se llevaron a cabo “diligencias nada comunes en asuntos de similar naturaleza, aumentando injustificadamente su volumen, con resultado nulo”.
El Alto Tribunal no cree que fuera así, ya que el hecho de que no se haya demostrado en juicio que los abusos sucedieran, no significa que no ocurrieran, y por tanto no ve que el joven ‘Daniel’ actuara con mala fe. En cuanto a la duración, la defensa del denunciante afirma que fue el Ministerio Fiscal quien impulsó estas medidas extraordinarias y por tanto no cabe hacer pagar al joven el coste de las mismas. Este proceso, que tuvo lugar en marzo de 2017, se saldó con la absolución del sacerdote Román Martínez, acusado de abusos sexuales a un menor entre 2004 y 2007.