El encuentro ‘Confesión, jóvenes, fe y discernimiento vocacional’ que se está llevando a cabo en el Palacio de la Cancillería Vaticana ha sido el escenario elegido por el cardenal Mauro Piacenza para hablar sobre los jóvenes creyentes a los que ha calificado como “inconformistas”. Para el Penitenciario Mayor, un joven que “pide a su sacerdote que lo confiese lleva a cabo un acto revolucionario”, porque “reconoce la incapacidad del mundo para dar respuesta a las preguntas” que los jóvenes plantean.
El purpurado cree que “los adultos estamos entregando a los jóvenes un ‘mundo al revés'” al compararla con la experiencia que él vivió. Y concluye afirmando que “no son nuestros jóvenes los que determinan el clima de la vida social; es más, están obligados a sufrirlo”.
En una reunión con sacerdotes, el arzobispo de Atlanta, Wilton Gregory, se quejó de que “muchas injusticias sociales no han mejorado mucho en el último medio siglo y, en algunas situaciones, algunas han empeorado aún más”. El antiguo presidente de la Conferencia Episcopal Estadounidense ha puesto especial interés en los nuevos movimientos de supremacía blanca y neo nazis, de los que afirma: “El odio y la intolerancia siempre parecen encontrar nuevos espacios donde inocular su veneno”, pero se mostró esperanzado, pues “afortunadamente todavía hay personas de fe y coraje que se enfrentan a ese odio”.
“Los nombres y las voces de los racistas de ayer han cambiado, pero no su mensaje“, continuó Gregory, que es reconocido como el miembro más destacado del pequeño grupo de obispos estadounidenses afroamericanos. El prelado también quiso hablar de otras discriminaciones como la discriminación salarial basada en el género, o el desafío de la justicia penal desbordadas de reclusos.
Xavier Malle, obispo de Gap y Embrun, en el departamento de los Altos-Alpes franceses, ha denunciado en una carta abierta en el periódico digital Franceinfo que no se instrumentalice a los migrantes que tratan de cruzar desde Italia hacia el país galo, mientras hace un llamamiento a la “solidaridad nacional”. El control fronterizo en los Altos Alpes se ha convertido en el escenario de enfrentamientos entre pro y anti-migrantes. El puerto de l’Echelle, punto de paso de los inmigrantes entre Italia y Francia, fue invadido el sábado 21 y el domingo 22 de abril por militantes del grupo de extrema derecha Génération identitaire en un intento de expulsar a los inmigrantes.
“Mientras que en 2016 los Altos-Alpes recibían a 60 menores no acompañados, en 2017 había más de 1.200. “Somos el departamento líder en la recepción de menores por habitante”, narra Malle, que agradece que el gobierno haya “asumido su responsabilidad en la protección de menores”.