Cada viernes, ‘Vida Nueva’ te acerca sus recomendaciones en pantalla grande (o no tanto)
Una escritora de cuentos infantiles alcanza la treintena sin pareja ni trabajo. Sumida en esta mezcla de inestabilidad y caos en que se ha convertido su vida, recibe la noticia de que su mejor amiga va a ser madre y le pide ser la “tutora legal” (madrina) del bebé.
La pregunta que nos plantea Clara Martínez-Lázaro a través de su protagonista es inevitable: ¿te gusta la vida que llevas? Y su respuesta es una historia de ayer, de hoy y de siempre, trufada de diálogos frescos –a ratos hasta ocurrentes–, que conjuga el buen humor con un poso de melancolía y algunas pinceladas para la reflexión sobre el reloj biológico y sus estragos.
Seguramente, no cabía esperar otra cosa de la hija de uno de los grandes nombres –Emilio– de la comedia española de las últimas décadas. Más aún, si lo hace acompañada por un reparto intergeneracional (de Silvia Alonso y Bárbara Goenaga a apellidos ilustres como Resines o Forqué, pasando por María Esteve o Vito Sanz) que se maneja con probada soltura en el género.
Una buena oportunidad para que la risa nos ayude a relativizar ciertos “dramas” de la edad.
El intercambio de alegatos de una pareja en trámites de divorcio, por boca de sus abogadas, es solo el prólogo judicial a una historia familiar con aires de ‘thriller’, cercana por momentos a una cinta de terror.
¿Puede un marido maltratador ser un buen padre? La ópera prima de Xavier Legrand se asoma con mirada sensible y madura a uno de los problemas más preocupantes de nuestras sociedades: la violencia contra las mujeres, pero también cómo afecta a los más pequeños de la casa esa tensión diaria fraguada en el acoso, las amenazas y los golpes.
Haciendo gala de una extraordinaria economía narrativa, el realizador francés deja que los ojos de sus intérpretes hablen por sí solos, que el silencio incómodo o los sonidos más cotidianos sean su mejor banda sonora. El resultado es una atmósfera opresiva a punto de estallar, que tensiona y sobrecoge al espectador tanto como a los propios personajes.
Valentía, realismo y actualidad confluyen en una película imprescindible para comprender la gravedad de un fenómeno que nos interpela a todos. Seguramente estemos ante uno de los títulos de 2018.
El cuñado, las hermanas y la madre de David Arratibel emprendieron años atrás diversos caminos de búsqueda personal que les conducirían a abrazar la fe católica. Desde su condición de no creyente, el documentalista navarro se sienta ahora frente a todos ellos con su cámara tratando de entender sus respectivos procesos de conversión.
El resultado de estas conversaciones en familia es una película que rebosa frescura y credibilidad en su empeño de comprender, explicar y compartir algunas de las situaciones vividas por sus protagonistas. Momentos de enfriamiento espiritual, de curiosidad intelectual, de vulnerabilidad, de revelación… Todo tiene cabida en este retablo humano de sentimientos, ausencias y reproches. Un material de incalculable valor sobre la conquista, sincera pero incierta, de la libertad y la verdad, amenazadas a cada paso por las miserias y los abismos cotidianos.
Por encima de inquietudes religiosas, su propuesta –libre de prejuicios y de apologías– es todo un derroche de honestidad que invita al diálogo como inequívoco credo para acortar distancias y llenar vacíos.