El cardenal australiano George Pell se sentará finalmente en el banquillo de los acusados por supuestos delitos sexuales a menores. Así lo recoge el auto de la juez del tribunal de Melbourne, Belinda Wallington, que asegura contar con los suficientes indicios para enjuiciar al máximo responsable de las finanzas de la Santa Sede, después de entrevistarse con varias decenas de denunciantes.
De esta manera, el prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano tendrá que responder antes las acusaciones de abusos lanzadas por varias víctimas, hechos que se habrían cometido entre las décadas de los 60 y los 90, primero como sacerdote y, posteriormente, como arzobispo de Melbourne. El número de casos y los detalles de los mismos se desconocen en tanto que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.
Acusaciones desestimadas
Eso sí, según ha trascendido a medios locales, el auto judicial recoge que se habrían desestimado y retirado varias acusaciones, entre ellas, las más graves. Así lo ha confirmado también uno de los abogados de Pell, Robert Richter, que señala cómo las denuncias más “viles” han sido rechazadas por el tribunal.
El pasado junio el Papa Francisco autorizó a Pell un período de excedencia para preparar su defensa. De hecho, en los últimos meses el cardenal ha trabajado mano a mano con sus abogados para recabar documentación y evitar que se abriera el proceso. De hecho, el purpurado se ha declarado de forma reiterada “no culpable” de todas las acusaciones que se vierten sobre su persona.
“El año pasado el Santo Padre le dio un periodo de excedencia para poderse defender de las acusaciones que le fueron realizadas. Y tal disposición continúa vigente”, ha asegurado el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke.