Vaticano

El Vaticano lanza el programa ‘Puentes de solidaridad’ para coordinar la ayuda a los emigrantes venezolanos

  • Dedicará durante dos años 800.000 euros, de los que se beneficiarán “varios cientos de miles” de refugiados
  • La Conferencia Episcopal Española ha mostrado su disposición a colaborar, según la Santa Sede





Un total de 800.000 euros provenientes de donaciones privadas va a dedicar durante dos años el Vaticano al programa para coordinar la ayuda a los inmigrantes venezolanos que prestan las conferencias episcopales de ocho países latinoamericanos: Ecuador, Colombia, Brasil, Perú, Paraguay, Chile, Bolivia y Argentina. Se beneficiarán de esta iniciativa “varios cientos de miles de personas”, según explicó hoy, 7 de mayo, el italiano Fabio Baggio, subsecretario de la sección dedicada a los migrantes y refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral.

Con el nombre ‘Puentes de solidaridad’, este plan pastoral ofrece diversos servicios a las habitantes de la nación caribeña que dejan su tierra por la grave crisis política y social. Albergues, comida, asesoramiento legal, guía en la búsqueda de trabajo y acceso a la educación y la salud son algunas de las ayudas que se ofrece a estas personas.

Según los últimos datos ofrecidos por la Organización Internacional de las Migraciones, en 2017 eran 900.000 los venezolanos desplazados a otras naciones latinoamericanas, un 900% más que dos años antes. En todo el mundo la cifra de inmigrantes venezolanos alcanza ya los 1,5 millones de personas. La mayor parte de ellos han salido de su país cruzando la frontera con Colombia, donde se han quedado unos 660.000.

La Conferencia Episcopal Española quiere sumarse

Michael Czerny, el otro subsecretario de la sección del Dicasterio que dirige directamente el papa Francisco, destacó que esta iniciativa va en consonancia con el magisterio de Jorge Mario Bergoglio. “Yo también fui refugiado y sé lo importante que es contar con buena información durante tu camino. Es una manera de prevenir el tráfico de seres humanos”, destacó Czerny.

Ninguno de los dos subsecretarios quiso hacer comentarios sobre la situación política de Venezuela, donde está previsto la celebración de elecciones presidenciales el 20 de mayo. “El proyecto pone el foco en la gente necesitada, no en la emergencia. Para nosotros es secundario el  motivo, es como si fuera un huracán o un tornado”, se justificó Czerny. Tampoco quiso expresarse sobre esta cuestión el superior general de la Compañía de Jesús, el venezolano Arturo Sosa, que explicó la colaboración del Servicio Jesuita a Refugiados con este proyecto.

Baggio indicó que la Iglesia española ha mostrado interés por sumarse a esta iniciativa que no pretende abrir un “canal humanitario o de regreso” hacia el país caribeño. “El proyecto no está cerrado y se pueden sumar otras conferencias episcopales. España siempre fue muy generosa y esperemos que ahora también se demuestre este alma española. Al final son las parroquias y las diócesis y las sociedades las que tienen que moverse”, señaló.

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