Vaticano

Francisco frente a la trata: “Nadie puede lavarse las manos si no quiere ser cómplice”

  • El Pontífice envía un mensaje al II Foro contra la esclavitud moderna que se celebra en Buenos Aires
  • La educación y el empleo, el camino para transformar la realidad de la esclavitud moderna según el Papa





En un vídeo grabado desde su despacho del Vaticano, Francisco ha participado en el II Foro contra la esclavitud moderna que lleva como título ‘Viejos problemas en el nuevo mundo’. El foro que tiene como finalidad reunir a profesionales, políticos, teólogos y otros estudiosos, procedentes de América Latina y de otras regiones, ha sido patrocinado por al Patriarcado ecuménico de Constantinopla y copatrocinado por la archidiócesis de Buenos Aires y el Instituto Ortodoxo Patriarca Atenágoras de Berkeley, en Califrornia.

En su mensaje, Francisco quiso agradecer la invitación a participar en el encuentro, sintiéndose consolado al “saber que compartimos la misma preocupación por las víctimas de la esclavitud moderna”. El obispo de Roma quiso actualizar el mensaje de la esclavitud, porque “no es algo de otros tiempos”, así enumeró algunas de sus formas modernas: “Tráfico de seres humanos, explotación del trabajo a través de las deudas, explotación infantil, explotación sexual y de trabajos domésticos forzados”.

Romper el velo de la indiferencia

“Ante esta realidad trágica, nadie puede lavarse las manos sino quiere ser, en cualquier modo, cómplice de este crimen contra la humanidad”, advirtió taxativo Bergoglio quien pidió “una estrategia que permita un conocimiento mayor del tema, rompiendo ese velo de indiferencia que parece cubrir la suerte de esta porción de la humanidad que sufre”.

Del mismo modo, acusó a quienes hacen silencio ante la trata y la esclavitud debido a que “sacan elevados beneficios” y a quienes prefieren no hablar del tema porque son los últimos eslabones de “la cadena de consumo, como consumidor de los servicios que ofrecen hombres, mujeres y niños convertidos en esclavos”. También quiso extender la llamada de atención a todos, porque “estamos llamados a salir de cualquier forma de hipocresía, afrontando la realidad de que somos parte del problema“.

Las raíces más profundas del problema

Como segunda tarea, Francisco propone “actuar en favor de quienes son convertidos en esclavos”, esto es “defender sus derechos, impedir que los corruptos y los criminales escapen de la justicia y tengan la última palabra sobre las personas explotadas”. Para el Pontífice no es suficiente que se creen legislaciones especialmente duras en el aspecto punitivo si “después no se afrontan las causas, las raíces más profundas del problema”.

La respuesta que propone el argentino está basada en “crear oportunidades para un desarrollo humano integral” que comienza con la educación que califica como “el punto clave” y la incorporación al mercado laboral, que permite generar “nuevas oportunidades de crecimiento”. Porque el problema se centra en “las personas que hoy tienen escasos medios de subsistencia”.

Para terminar, el Papa quiso invitar a todos los cristianos a luchar contra estas formas de esclavitud: “Nosotros cristianos, todos juntos, estamos llamados a desarrollar cada vez más una mayor colaboración, para que se supere todo tipo de desigualdad”.

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