Cultura

Gala MET 2018: Moda y religión, un maridaje celestial

  • La reina del pop Rihanna sorprende en la alfombra roja con una mitra cuajada de perlas
  • El 10 de mayo se abre la exposición para la que el Vaticano ha cedido 40 prendas papales





Son los Oscar de la moda. Y anoche –7 de mayo– la estrella fue una de las reinas del pop, la diosa de Barbados Rihanna. La Gala MET 2018 fue toda una experiencia religiosa. Pero el tiempo se paró cuando Rihanna y su mitra cuajada de perlas aparecieron en escena. Junto a Amal Clooney y Donatella Versace, era maestra de ceremonias. No obstante, la cantante las eclipsó con el diseño papal del diseñador Maison Margiela.

La alfombra roja que abre la exposición del Metropolitan Art Museum de Nueva York, que este año lleva por título ‘Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination’ (‘Cuerpos celestiales: la moda y la imaginería católica’), ha dado mucho de qué hablar.

Todos los medios del mundo se fijan hoy en los vestidos de ellas y ellos –entre los hombres triunfó Jared Leto a lo Jesucristo superstar–. Elegancia y excentricismo a partes iguales. En este maridaje entre moda y religión, muchas de las prendas protagonistas de la alfombra roja mostraron el respeto de los diseñadores por la imaginería católica.

Cuestión de fe o no, no todos entienden el acercamiento del Vaticano al terrenal mundo de la moda. Con brillos o sin ellos, una oportunidad de que la fe y la cultura se encuentren. Así lo ha visto la Santa Sede, que ha cedido un total de 40 prendas para la muestra del museo neoyorquino –algunas han visto la luz por primera vez fuera de los muros vaticanos– que se mantendrá expuesta desde el 10 de mayo hasta el próximo octubre.

Se trata de la exposición más grande de la historia del museo, con 110 piezas, todas ellas con la intención de rendir homenaje a la larga tradición del catolicismo y su influencia en el mundo de la moda. Y en este sentido, no se obvia al español Balenciaga, cuyas prendas dan fe de su influencia católica.

Al cielo Rihanna

La “histórica” muestra, como la consideró el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, en su presentación, ha puesto a la Iglesia en el foco de todas las miradas. Este primer lunes de mayo, fecha sagrada para el mundo de la moda, los invitados de la editora jefe de Vogue América, Anna Wintour, se dieron cita en el Costume Institute Benefit por una buena causa. Y es que cada invitado aporta casi 21.000 euros para asegurarse su silla. Multiplicado por los 500 asistentes: 10,5 millones de euros.

La mujer más poderosa del mundo de la moda se fijó hace dos años en la Iglesia. Y no desistió de su empeñó hasta conseguir la colaboración vaticana. En las cuatro salas de la Quinta Avenida se puede disfrutar de los enseres vaticanos, ropajes y accesorios de hasta quince papas diferentes, desde el siglo XVIII hasta hoy. Entre las piezas destaca la casulla diseñada por Jean-Charles de Castelbajac para Juan Pablo II con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de París, en 1987.

Además de los artículos llegados del Vaticano, la muestra cuenta con obras de Chanel, Galliano, Dolce&Gabanna, Versace o Saint Laurent. Sin embargo, estos se exhibirán en salas separadas, puesto que es la única condición vaticana para prestar las prendas.

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