En una carta dirigida a los padres y madres, con motivo de la jornada de sensibilización sobre la enseñanza religiosa, que se celebrará el próximo domingo 13 de mayo, los obispos de Santiago de Compostela, Tui-Vigo, Lugo, Ourense, Mondoñedo-Ferrol y el obispo auxiliar de Santiago, recuerdan a los padres “la importancia de la educación religiosa de vuestros hijos”. Los prelados aprovechan la época de las matriculaciones en los centros educativos, en la que los padres deben indicar si quieren que sus hijos reciban formación religiosa. Por ello piden que se solicite dicha asignatura “de forma consciente, libre y responsable”.
El planteamiento de la formación religiosa como una necesidad en una sociedad “donde lo religioso es, a veces, criticado o despreciado” y una contribución al desarrollo integral de la persona, es lo que lleva a los prelados gallegos proponer a los padres que no permitan que sus hijos “crezcan sin una cultura impregnada de cristianismo”
De este modo los padres no se dejarán llevar por “una mal llamada modernidad que pretende desterrar la religión de la vida, de la sociedad y de los centros educativos”. Siendo la educación religiosa garante de “proporcionar a vuestros hijos unas actitudes y calores indispensables para llevar una vida con sentido en una sociedad, a veces tan carente de valores personales, sociales y religiosos”.
“El saber religioso no puede quedar al margen de los procesos educativos”, afirman los obispos, que también plantean que “la presencia de la religión en el marco escolar no es una concesión que un gobierno permite“, sino que es “un derecho fundamental que vosotros padres tenéis reconocido y garantizado en la Constitución, las leyes educativas, e implantado en toda Europa”.
Los prelados gallegos no quieren que “sean otros los que marquen la educación de vuestros hijos. Ese es vuestro derecho”, repiten a los padres. Porque ese derecho debe ser respetado por “todo gobierno que se proclame democrático y las instituciones educativas, sociales y sindicales”. Ya que “no existe ninguna razón de aconfesionalidad o de un mal llamado progresismo” que pueda privar a los progenitores de ese derecho.
Los obispos gallegos hacen una llamada a la “responsabilidad educativa” de padres y madres, a los que piden no permanecer “indiferentes ante el derecho y el deber de solicitar la enseñanza religiosa en los centros educativos”. Del mismo modo piden recordar “el compromiso cristiano que asumisteis en su bautismo [de sus hijos]”, ya que, “supondría una contradicción pedir, en la parroquia, los sacramentos y despreciar después la enseñanza religiosa en los colegios“.
“La fe y el mensaje del evangelio no son enemigos de la felicidad personal ni del bien de la sociedad”, plantean los firmantes que recuerdan que “los cristianos creemos que en Jesucristo y su Palabra encontramos aquellos valores que pueden darnos un pleno sentido de la vida, del mundo y de la historia”. Sin olvidar que la enseñanza religiosa pretende, “en diálogo con las demás materias, ofrecer la respuesta cristiana a las grandes preguntas de la vida”.