Junto con todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Tlalnepantla invitó a los fieles a vivir un retiro kerigmático
El cardenal Carlos Aguiar Retes ha cumplido cien días al frente de la Arquidiócesis Primada de México; en este tiempo, ha visitado las ocho vicarías episcopales en las que está dividida una de las Iglesias particulares más grandes del mundo; también ha emprendido una evaluación de las estructuras y la manera en que se lleva a cabo la pastoral en los diferentes territorios; ha iniciado un proceso de reestructuración en el Seminario Conciliar de México e impulsado una pastoral de la comunicación más robusta, entre otras cosas.
Sin embargo, esta demandante tarea no le ha distraído de la responsabilidad que, como Administrador Apostólico, tiene con la Arquidiócesis de Tlalnepantla, de la que fue pastor por nueve años antes de ser nombrado por el papa Francisco como 35 sucesor de fray Juan de Zumárraga.
Es por ello que este domingo 13 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, el cardenal Carlos Aguiar Retes acudió a la Catedral de Tlalnepantla para presidir la Misa de Envío de la cuarta Gran Misión 2018, tras la cual, junto con los responsables de las más de 200 parroquias de esa Iglesia particular, salió a las calles para tocar puertas e invitar a las personas a participar en un retiro kerigmático denominado: “Del Agua al Espíritu”.
En su homilía con motivo de la Misa de Envío, el cardenal nayarita recordó que Dios va suscitando diferentes carismas que se ponen al servicio del caminar de la Iglesia. “Mientras que el Espíritu concedió a unos ser apóstoles, a otros les concedió ser profetas, a otros ser evangelizadores, a otros pastores y a otros maestros para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, que somos nosotros. Eso es lo que hacemos en la Iglesia: poner nuestras habilidades, capacidades, movidos por nuestras inquietudes al bien, y conducidos por el Espíritu Santo”.
Lo mismo ocurre con la Gran Misión: “Mientras que unos salen a tocar puertas, otros se quedan aquí orando; unos conducen el retiro kerigmático, y otros participan y lo escuchan, y otros preparan la comida y la logística de los retiros de nuestras parroquias; otros conducen las pequeñas comunidades y se reúnen, como lo hicieron en abril pasado más de 3 mil coordinadores a fin de prepararnos para este día de la Gran Misión”.
Explicó que estos ejercicios de comunión y acción misionera es lo que pide Jesús en el Evangelio de este domingo en que se celebra la Ascensión del Señor: “Vayan, evangelicen” (Mt. 6,15), hagan conocer quién es Jesús, que está con nosotros y, a través del Espíritu, vamos experimentando su presencia cercana, y sobre todo el amor y la misericordia del Padre”.
Añadió el cardenal Aguiar: “Hoy saldremos a tocar puertas, hoy visitaremos a nuestros fieles, hoy les llevaremos el gozoso anuncio de que Cristo está vivo, que vive en medio de nosotros”.
Tras la celebración Eucarística, el cardenal Aguiar salió con un grupo de misioneros, entre los que se encontraban seminaristas de la Arquidiócesis de México, para visitar algunos hogares del centro de Tlalnepantla donde vieron las necesidades, sobre todo espirituales de los católicos y no católicos que abrieron sus puertas; durante el visiteo se encontraron con personas enfermas, adultos mayores y niños discapacitados.
Cerca de las 14:00 horas los misioneros se reunieron nuevamente en los templos parroquiales para compartir sus experiencias durante el visiteo y tener un espacio de convivencia durante la comida. El cardenal Carlos Aguiar compartió que esta misión le alegra y motiva para que los servicios pastorales sean bien aprovechados por los feligreses.
En su cuarta edición, la Gran Misión Católica tuvo como lema ‘Ser Iglesia, es ser Misionero’ y desde 2015, cerca de 40 mil misioneros salen año con año, llegando en 2018 a más de 800 mil hogares, logrando que cerca de 15 mil personas vivan el retiro kerigmático, las cuales han formado 1500 comunidades que se reúnen semanalmente para orar con la Palabra de Dios.
El cardenal Aguiar ha anunciado que buscará implementar en la Arquidiócesis de México este mismo proceso misionero, aunque ha señalado que dadas las dimensiones de la Iglesia en la capital del país, esto llevará más tiempo, pero es es indispensable llevarlo a cabo.