El cardenal Leopoldo Brenes dio a conocer que será el próximo miércoles 16 de mayo cuando comiencen las negociaciones para poner fin a la crisis social que se vive en ese país
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, cardenal Leopoldo José Brenes, anunció esta tarde que el próximo miércoles 16 de mayo, a las 10:00 horas, dará inicio en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima la mesa de diálogo nacional para poner fin a la crisis social en Nicaragua, que ha dejado hasta el momento más de medio centenar de personas muertas, según cifras extraoficiales.
En conferencia de prensa, el también Arzobispo de Managua señaló que aun cuando las circunstancias para el diálogo no son las más idóneas, la grave situación que se vive en el país y el clamor de gran parte de la sociedad han llevado al episcopado nicaragüense a fijar la fecha, el lugar y la hora para iniciar su papel como mediadores entre el gobierno y la sociedad civil: “Como pastores de la Iglesia, iluminados por la fe en Jesucristo, reiteramos nuestra voluntad de servir como mediadores y testigos en el diálogo nacional propuesto por el gobierno”.
Leopoldo Brenes confió en que durante el diálogo se aborde el tema de la institucionalidad del país, con la finalidad de ir allanando el camino hacia su democratización. “A través de la buena voluntad de las partes, la escucha atenta y las propuestas que se hagan –dijo– esperamos llegar a acuerdos importantes que se traduzcan en decisiones concretas”.
El episcopado nicaragüense hizo un llamado urgente al gobierno y a la sociedad civil a que “se esfuercen en mantener un ambiente propicio de tolerancia y respeto, principalmente en las manifestaciones que no cesan. Tratemos de evitar todo lo que pueda desencadenar situaciones de violencia y que termine todo acto de saqueo”. De igual forma, convocó a los fieles católicos a una jornada nacional de ayuno y oración el próximo viernes 18 de mayo.
Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, afirmó que el llamado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua al diálogo no es una alternativa a la presión popular pacífica, tampoco una capitulación ante la represión que sufre el pueblo, ni un intento por volver a la tranquilidad artificial de hace unas semanas. “El diálogo –dijo– es una puerta más, frágil, riesgosa, pero pacífica, y esperamos que eficaz, para cambiar Nicaragua”.
El 11 de mayo pasado los obispos de Nicaragua condicionaron la convocatoria de la mesa de diálogo nacional al cumplimiento de una serie de “premisas ineludibles” por parte del presidente Daniel Ortega. Entre esas condiciones, la Iglesia instó al gobierno a permitir en el menor tiempo posible el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la supresión de los cuerpos paramilitares, el cese inmediato de la represión y el ofrecimiento por parte del Ejecutivo de “signos creíbles de su voluntad de diálogo y paz”.
Este día, el Gobierno de Nicaragua dio autorización a la CIDH para realizar una visita de trabajo, a fin de observar la situación de los derechos humanos en ese país.
Cabe mencionar que en la mesa de diálogo nacional participarán representantes del gobierno, del sector privado, de la sociedad civil y los estudiantes, así como la Conferencia Episcopal como mediadora.
El conflicto en Nicaragua lleva ya 27 días con una cifra de muertos que oscila de manera extra oficial entre los 54 y los 65, según las organizaciones humanitarias, y más de 500 heridos.