El Papa pide “paz, justicia y diálogo” en Tierra Santa frente a la “espiral de violencia”

  • Al final de la audiencia general, expresa su “gran dolor” por la muerte el pasado lunes de 60 palestinos
  • El Consejo de Conferencias Episcopales de Europa lamenta la “enésima explosión de odio y violencia”

 

El papa Francisco reza durantela audiencia general del 14 de marzo de 2018

El papa Francisco no permanece impasible ante la masacre que se produjo en la Franja de Gaza el pasado lunes, cuando los soldados israelíes mataron a 60 personas, entre ellas una niña de ocho meses, y dejaron 2.400 heridos. Al final de la audiencia general de hoy, 16 de mayo, el Pontífice hizo un llamamiento sobre la difícil situación por la que atraviesa el conflicto árabe-israelí advirtiendo que “nunca el uso de la violencia lleva a la paz”. 

“Estoy muy preocupado por el aumento de las tensiones en Tierra Santa y en Oriente Medio y por la espiral de violencia que aleja cada vez más del camino de la paz, del diálogo y de las negociaciones”, aseguró el Pontífice cuando acabó su catequesis, dedicada al bautismo, en la plaza de San Pedro del Vaticano. Jorge Mario Bergoglio expresó su “gran dolor” por los muertos y heridos y manifestó su cercanía con “la oración y el afecto” a todos los que sufren.  

Los obispos europeos piden rezar por la paz el sábado

“Guerra llama a guerra, violencia llama a violencia”, señaló tras dejar claro que “nunca el uso de la violencia lleva a la paz”. En este nuevo llamamiento el Papa pidió una vez más a la comunidad internacional que “renueve” su esfuerzo para que prevalgan “el diálogo, la justicia y la paz”. Esos objetivos parecen hoy más lejanos después del traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, reconociendo así el Gobierno de Donald Trump a la ciudad santa para judíos, cristianos y musulmanes como la capital de Israel. Ese gesto generó una gran rabia entre los palestinos, cuyas manifestaciones fueron reprimidas con extraordinaria dureza por el Ejército israelí dejando un balance de muertos que no se veía desde el verano de 2014, cuando perecieron unos 2.500 gazatíes.

El Pontífice no se olvidó de incluir un mensaje de esperanza en su llamamiento. Felicitó a los musulmanes el Ramadán, que comienza mañana, y deseó que este tiempo “privilegiado de oración y ayuno ayude a caminar por el camino de Dios, que es el camino de la paz”. En la misma línea que el Papa se mostró la presidencia del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), que publicó un comunicado acogiendo la invitación lanzada por el Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, para dedicar un tiempo de oración por la paz en Oriente Medio.

El cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Genova y presidente del CCEE, así como sus dos vicepresidentes, el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, y Stanislaw Gadecki, arzobispo de Poznan, lamentaron la “enésima explosión de odio y violencia que está ensangrentando una vez más Tierra Santa”. Señalaron que “la paz y la vida humana son bienes irrenunciables” por encima de los intereses “nacionales e internacionales” e invitaron a sumarse a la oración junto a la Iglesia de Jerusalén el próximo sábado.

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