“Es una sorpresa para mí”. Así lo decía el sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu, horas después de conocer que el papa Francisco le había nombrado cardenal. “La vocación de los cardenales es ser totalmente fieles al Papa y estar disponibles para derramar su propia sangre, pero precisamente en fidelidad, en amor por la Iglesia. Y, por lo tanto, debemos ser testigos de la comunión y la unidad”, expresó en declaraciones a Vatican News.
Para Becciu, a quien el Papa le había encargado también la misión de delegado especial de la Orden de Malta, indica que un purpurado además debe “ser rico en imaginación para saber cómo encontrar los caminos correctos para la evangelización. La descristianización avanza, especialmente en el mundo occidental, y, por lo tanto, tenemos que aportar nuestra humilde contribución para encontrar nuevas formas adaptadas a los tiempos. Siempre en comunión con el Santo Padre: con él debemos construir las noticias para la Iglesia”.
“¿Entonces el desafío que ve está dirigido a la evangelización?”, preguntó el periodista. A lo que Becciu respondió con rotundidad: “Está claro. Está claro: el mundo lo requiere y la mirada inmediata de nuestra sociedad lo requiere”.
De Donatis: “Continuaré sirviendo al pueblo de Dios”
Regresaba de una visita pastoral y se topó con la noticia. El vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Angelo De Donatis, relata así cómo se enteró de que era nuevo cardenal de la Iglesia: “Estaba en el coche escuchando la radio. Regresaba de una visita a la parroquia de Sant’ Attnasio sulla Tiburtina y escuchaba el Regina Coeli. Al final, el Papa dijo mi nombre y me quedé sin palabras”.
En referencia a la exhortación apostólica ‘Gaudete et exsultate’, que Francisco le encargó presentar al mundo, Bergoglio recoge tres signos de santidad (mansedumbre, humor y audacia). “Creo que estas tres cosas podrán ayudarme ahora mismo”, subrayó el prelado.
Sobre el nombramiento, De Donatis sostiene que “a menudo, en la percepción común, uno cae en el error de pensar que el púrpura es una tarea importante. Lo es, pero en realidad es un servicio completo”. Así, indicó que la referencia al martirio es “significativa”: “Incluso si no es el martirio de la sangre, es el martirio de la caridad que uno vive todos los días, al dar la propia vida”. ¿Y cómo ve ahora su horizonte? “Continuaré dando vida y sirviendo al pueblo de Dios: solo esto”, concluyó.
Konrad Krajewski: “Esta púrpura es para los pobres”
“Esta púrpura es para los pobres y los voluntarios, no tengo ningún mérito”. Así es como ha reaccionado el limosnero pontificio, Konrad Krajewski, tras saber que el próximo 29 de junio será creado cardenal por el Papa. “Algo inesperado, nunca buscado”, subraya varias veces durante su conversación con el servicio de noticias del Vaticano. Y es que “no hay un ‘yo’ en este nombramiento, es un reconocimiento a la tarea que llevo a cabo, que es ser el brazo caritativo de Su Santidad”, reconoce.
Para el limosnero del Papa nada cambia con esta noticia. De hecho, anoche volvió a salir para dar de comer a la gente que duerme en las calles de Roma. Él obispo polaco piensa en que “los primeros cardenales eran diáconos, es decir, los que servían a los pobres, porque los diáconos son para los pobres”.
Antes de concluir la breve entrevista, Krajewski también mostró su “enfado” con el Papa: “El Santo Padre no me había dicho nada, me he enterado oyendo el Regina Coeli”, decía emocionado.
