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Toribio Ticona Porco: un limpiabotas en el Colegio Cardenalicio

  • Entre los nuevos cardenales que creará el Papa está este boliviano que se define como “humilde minero y campesino”
  • Desea que su nombramiento sirva “para unir y trabajar por nuestra tierra querida sin rencores, envidias ni calumnias”





Será probablemente el primer limpiabotas y vendedor de periódicos que entre en el Colegio Cardenalicio. Y a mucha honra. El boliviano Toribio Ticona Porco, prelado emérito de Coro Coro, es uno de los 14 nuevos cardenales que el papa Francisco creará en el consistorio del 29 de junio, como anunció el pasado domingo, 20 de mayo, durante el rezo del Regina Coeli. Este sacerdote de diocesano tiene más de 80 años y, por tanto, no podrá participar en un eventual cónclave, como también le ocurre a otros dos neocardenales: el claretiano español Aquilino Bocos y el mexicano Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Xalapa. Al entregarles la púrpura, el Pontífice les distingue por “su servicio a la Iglesia”.

Ticona Porco estaba muy emocionado desde que conoció las noticias que llegaban desde Roma. Entrevistado por el diario ‘El Deber’, calificó de “increíble” su próxima creación cardenalicia, algo que “nunca había esperado”. Nacido en la región andina de Potosí el 25 de abril de 1937 y ordenado sacerdote en 1967, este presbítero que fue obispo auxiliar de Potosí y prelado de Coro Coro, se definió como un hombre “humilde, minero y campesino, de lo más sencillo”.

“No me llame eminencia, sino padre Toribio”

Sin querer que se dirijan a él como ’eminencia’ (el título reservado a los cardenales) y pidiendo que le llamen “padre Toribio, como siempre”, el nuevo purpurado fue durante 14 años alcalde de Chacarilla, una localidad minera, al que su defensa de los más desfavorecidos le costó incluso ser arrestado en una ocasión. En su tiempo en Coro Coro aprendió los diversos idiomas de la población de origen indígena. Habla además español, quechua y francés.

Pese a sus orígenes humildes, Ticona Porco cuenta con experiencia internacional, pues hizo parte de sus estudios en Bélgica y también desempeñó su pastoral en Quito y Buenos Aires. En la capital argentina atendía a los emigrantes bolivianos y allí coincidió con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio. “Me quiere mucho y me estima, no sé por qué”, explicó el nuevo purpurado, recordando que el actual Papa bromeaba con él porque en alguna ocasión había tenido que comer gato para matar el hambre.

Tercer cardenal boliviano

Ticona Porco, que espera fijar su residencia en La Paz, la capital del país andino, deseó que sus compatriotas “agradezcan a Dios” su nombramiento y que este sirva de reflexión “para unir y trabajar por nuestra tierra querida de Bolivia sin rencores, envidias ni calumnias”. Será el tercer boliviano que entra en el Colegio Cardenalicio tras Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra fallecido en 2015, y José Clemente Maurer, arzobispo de Sucre nacido en Alemania pero nacionalizado boliviano y que murió en 1990.

En 2016, cuatro años después de que se hiciera efectiva su renuncia a la prelatura de Coro Coro por razones de edad, el nuevo cardenal hizo durante una asamblea de obispos un descripción de su vida tan concisa como llamativa: “He trabajado de lustrabotas, he revendido periódicos, he sido minero y ahora obispo. Estoy muy agradecido con Dios, no espero más de la vida, solo que Él me acoja cuando llegue el momento”.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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