“Si hay dudas sobre la homosexualidad, es mejor no ingresar al seminario”. Así lo ha indicado el papa Francisco a los obispos italianos, reunidos en Asamblea Plenaria, durante la conversación de más de tres horas a puerta cerrada que tuvieron este lunes, 21 de mayo. Jorge Mario Bergoglio les llamó a hacer un “cuidadoso discernimiento” y a no dejarse arrastrar por la falta de vocaciones, según recoge, en exclusiva, Vatican Insider.
Según el Pontífice, “la práctica de actos homosexuales” pueden poner en peligro la vida del seminario, así como la del joven y su posible sacerdocio. Y pueden generar “escándalos” que desfiguran el rostro de la Iglesia. Así, el Papa les recordó lo explicado en la Ratio Fundamentalis ‘El don de la vocación presbiteral’, en la que se recoge que, “en relación a las personas con tendencias homosexuales que se acercan a los seminarios, o que descubren en el curso de la formación esta situación, en consonancia con su magisterio, la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitirlos al seminario y a las órdenes sagradas”.
En los últimos meses, varios escándalos han sacudido a algunas diócesis, con la publicación de dossiers sobre la doble vida llevada a cabo por sacerdotes homosexuales. Esto es algo que debe ser erradicado según Francisco, quien nunca había planteado el problema públicamente.
Gerhard Müller en ocasiones ve lobos. El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuestiona a quienes pretenden hacer una relectura de la encíclica ‘Humanae vitae’ (Pablo VI) y advierte que los obispos no pueden negociar con “los lobos” que quieren cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre sexualidad. Así lo expresa el cardenal en una entrevista previa a la presentación del libro de Daniel C. Mattson que Müller apadrina: ‘Por qué no me defino gay: Cómo me he reapropiado de mi realidad sexual y he encontrado la paz’.
Según recoge ACI Prensa, Müller reconoce que “la ‘Humanae vitae’ ha sido profética, ya que todos los peligros que predecía se han cumplido”, como el ingreso del nihilismo y el materialismo en la vida moderna. En su opinión, esta postura se ha infiltrado entre los católicos debido a “la mundanización de la Iglesia: para algunos de los pastores la Iglesia es solo material para hacer política por placer. Para ellos, el respeto de las masas vale más que el respeto a la Palabra de Dios. Están contra la creación”.
El purpurado afirmó que los que “quieren releer la ‘Humanae vitae’ para complacer a las masas” se pueden comparar “con los que han hecho compromisos durante los regímenes totalitarios”. Y añadió: “Si los pastores no vigilan, vencen los lobos. Con los lobos no se puede negociar, ni siquiera para salvar una oveja. Con la ilusión de no perder a algunos, se pierde a toda la grey. No es esta la lógica de Jesús. Él, para no perder a ninguna oveja, se sacrificó a sí mismo, no sacrificó a las ovejas”. Por eso, considera que “el truco de los teólogos y los obispos que atacan la doctrina es el de generar emociones. Este no es un modo serio de afrontar los asuntos”.
El cardenal Robert Sarah carga contra Occidente: “Es una sociedad que ha sustituido a Dios por las ideologías más locas”. Así lo expresó durante su homilía en la catedral de Chartres (Francia) con motivo de una peregrinación a la ciudad desde París. “¡Miremos a nuestro alrededor! La sociedad occidental ha elegido establecerse sin Dios. Es testigo de cómo ahora se entrega a las luces deslumbrantes y engañosas de una sociedad de consumo para obtener ganancias a toda costa y un individualismo frenético”, explicó, según recoge The Tablet.
Según el purpurado, “la sociedad occidental se ha convertido en un barco sin rumbo en la noche. Ella no tiene suficiente amor para acoger a los niños, protegerlos desde el útero de su madre, protegerlos de la agresión de la pornografía”. Y añadió: “Privados de la luz de Dios, la sociedad occidental ya no sabe cómo respetar a sus ancianos, acompañar en la muerte a sus enfermos, hacer lugar para los más pobres y los más débiles”. Sarah considera que el vacío de la sociedad occidental está lleno de las “ideologías más locas”. Y es que “una sociedad occidental sin Dios puede convertirse en la cuna de un terrorismo ético y moral más virulento y más destructivo que el terrorismo islamista”, continuó.
Por último, mostró su disconformidad con la ordenación de hombres casados (viri probati): “El plan propuesto por algunos de separar el celibato del sacerdocio al conferir el sacramento de ordenación a los hombres casados ‘por razones o necesidades pastorales’, tendría serias consecuencias, de hecho, rompería definitivamente con la Tradición Apostólica”. Según sus palabras, “nos gustaría fabricar un sacerdocio de acuerdo a nuestra dimensión humana, pero sin perpetuar, sin extender el sacerdocio de Cristo, obediente, pobre y casto”, advirtió.