Medio siglo sin Herrera Oria. Sin el cardenal. Sin el periodista. Sin el emprendedor. Tiempo para rendirle homenaje, como así lo planteó esta tarde en Madrid la Fundación Pablo VI, a través de un acto que estuvo presidido por el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán. “El secreto de Herrera Oria es la santidad”, sentenció el también presidente de la Fundación Pablo VI que a partir de ahí destacó alguno de sus rasgos más destacados: “Su catolicismo social nos hace pensar si existe un catolicismo fuera de su dimensión social. No podemos dejar el Evangelio cuando salimos en la calle, ni podemos dejar la doctrina social cuando entramos en un templo. El Evangelio en la calle y en la vida pública es su programa”.
“Estamos en una sociedad bastante ausente de líderes y de líderes cristianos. Por eso cuando Herrera habla de la aristocracia del espíritu habla de la necesidad de un liderazgo moral que tiene que hacerse hoy público”, apuntó el obispo que también señaló otro desafío de la figura del cardenal, como “profeta de la comunicación” que tiene que ser hoy “evangélica y audaz”. “La presencia de la Iglesia en la vida pública es hoy una asignatura pendiente y hay que aprobarla”, animó.
“Es tal vez la fama de santo y su doctrina sobre la santidad una de las razones principales por la que no nos parece desencaminado cómo le definió Antonio Montero cuando se refirió a él como la voz católica más recia del siglo XX”, explicó, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino que recordó que actualmente se encuentra en curso el proceso de canonización del cardenal.
Martínez Camino, que sustituyó en la mesa al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, ausente por motivos de salud, detalló cómo Herrera era un hombre de oración, que supo combinarla con la acción. “Es una llamada a la santidad que a todos nos es dirigida”, detalló el prelado quien, parafraseándolo, recordó que el fundamento del apostolado está en la caridad.
“Fue consciente de que las injusticias del mundo dificultan la llamada del Evangelio, siempre fue un precursor y consciente de la necesidad de transformar la sociedad”, reivindicó el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Carlos Romero Caramelo, que alabó su apuesta por los seglares y por los jóvenes: “Tanto él como Ángel Ayala se anticiparon para reivindicar la hora de los laicos en la Iglesia, un hombre ocupado y preocupado por el bien común”. “Los niños que no tenían acceso a la educación se beneficiaron de sus obras”, completó el alcalde de Málaga.
“Este acto pretende ser el punto de partida de todo un año de celebraciones sobre su figura, con un amplio programa, que incluirá exposiciones, congresos y recorrido por los lugares de su vida y su obra”, señaló el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela.
“La Iglesia no había resuelto cómo los cristianos debían tener una presencia significativa en la vida pública. Todos los intentos fracasaron hasta que llegó Herrera Oria”, destacó el historiador Fernando García de Cortázar, que hizo hincapié en “cómo fue capaz de poner en orden el movimiento católico en España, para que tuviera una mayor proyección política”. El jesuita apuntó que “en este momento grave que estamos viviendo en la historia de España tras el golpe de estado en Cataluña, es el momento de reivindicar los valores y movimientos promovidos por él”.
García de Cortázar hizo un llamamiento a recuperar estas actitudes para presentar a los católicos ante la sociedad para que “nos acomode, nos respete e, incluso, nos defienda”. “Siempre buscó y promovió en los demás la excelencia, no solo en lo profesional, sino sobre todo en los valores cristianos y éticos”, subrayó el periodista Antonio Alférez Callejón, alumno de la Escuela de Periodismo de la Iglesia fundada por Ángel Herrera.