Frente a la crisis humanitaria que viven los habitantes de la ribera del río Cauca, en Colombia, principales afectados tras los derrumbes en los túneles de desviación de la represa Hidruituango, la Iglesia colombiana ha puesto en marcha un plan de ayuda solidaria. Así lo anunció el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) / Cáritas Colombiana, a través de su director, Héctor Fabio Henao Gaviria.
“El SNPS y la diócesis de Santa Rosa de Osos hemos trazado un plan para acompañar a las comunidades afectadas”, ha dicho Henao Gaviria en un corto videomensaje publicado por Cáritas Colombiana, detallando que esta ayuda consiste, en primer lugar, en ofrecer atención psicosocial, lo cual equivale a “rehacer el plan de vida y el tejido comunitario afectado”.
El director de cáritas colombiana también destacó que “en segundo lugar hemos trabajado para descubrir cuáles son las necesidades que no se han cubierto todavía, como kits de higiene y aseo”. De tal forma que también hizo un llamado a los colombianos y colombianas a sumar acciones solidarias “con esta región que hoy enfrenta una grave crisis humanitaria”.
Hidroituango, el proyecto hidroeléctrico más grande del país, ha presentado graves fallas en los últimos días, debido a las intensas lluvias que arrecian en la zona –en el departamento de Antioquia–, que trajo consigo el aumento del cauce del río Cauca, afectando sobre todo al corregimiento de Puerto Valdivia y a varios municipios de la región.
El llamamiento del director del SNPS y la acción conjunta de la Iglesia, ha tenido resonancia. Esta semana, las comunidades damnificadas de Valdivia, Taraza y Cáceres, recibieron 18 toneladas de alimentos y elementos de aseo personal, gracias al aporte solidario de las parroquias antioqueñas de Entre Ríos, San Pedro, Belmira, Don Matías, Toledo, en un trabajo articulado con las alcaldías y personerías municipales, como lo ha dado a conocer Cáritas.
Cuatro toneladas corresponden a alimentos de primera necesidad como arroz, panela, aceite, pasta, fríjol, lenteja, sal, leche en polvo, atún, además de productos de higiene, pañales y ropa. Asimismo, la Asociación Nacional de Bancos de Alimentos ha aportado 11 toneladas de leche y tres de otros alimentos, para un total de 18 toneladas de solidaridad entre las parroquias y estas organizaciones.
Cabe destacar que la Iglesia, que además de estas ayudas ya ha entregado más de 1.000 desayunos, continuará “disponiendo toda su capacidad para ayudar a afrontar la crisis”.