El papa Francisco sueña con la unificación coreana durante la audiencia general

  • Un grupo de jóvenes atletas provenientes de Seúl y de Pyongyang muestran una pancarta en la plaza de San Pedro con el texto: “La paz es más preciosa que el triunfo”
  • El Pontífice dedica su catequesis al sacramento de la confirmación, destacando que la unción con el crisma “nos da la gracia para difundir por el mundo el buen olor de Cristo”

Audiencia general 30 mayo 2018 Corea

“La paz es más preciosa que el triunfo”. Eso decía la pancarta exhibida por un grupo de atletas de las dos Coreas que han hecho una exhibición de taekwondo en la parte final de la audiencia general celebrada hoy, 30 de mayo, por el papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano. Cuando han terminado su espectáculo los deportistas coreanos, vestidos con kimonos blancos y negros, el Pontífice les ha saludado comentando: “Ha sido una manifestación de la voluntad de paz: ¡las dos Coreas juntas! Ha sido un mensaje de paz para toda la humanidad”.

El gesto de este grupo de jóvenes durante la tradicional audiencia general de los miércoles se produce cuando todavía parece posible el encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Esa cita podría impulsar la desnuclearización del régimen de Pyongyang contribuyendo así a la normalización de las relaciones con Seúl. También da esperanzas a quienes esperan que un día llegue la unificación política en la Península Coreana.

“Señal visible del don invisible”

Francisco dedicó su catequesis al rito de la confirmación, deteniéndose a varios de sus “gestos litúrgicos” con los que se expresa “la profundidad” de este sacramento de iniciación a la vida cristiana. Recordó que cuando el obispo “extiende las manos sobre los confirmados e invoca la efusión del Espíritu sobre ellos”, este “enriquece con sus dones” a los miembros de la Iglesia. A la imposición de las manos se une “la unción del aceite perfumado o crisma”, con el que se representan que el Espíritu entra dentro del fiel.

“El sacramento se confiere con la unción del santo crisma en la frente y pronunciando estas palabras: ‘Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo’. Es una señal visible del don invisible. Un carácter indeleble que nos configura más plenamente con Jesús y nos da la gracia para difundir por el mundo el buen olor de Cristo”, destacó el Papa.

Al final de su alocución, Jorge Mario Bergoglio recordó que mañana concluye el mes mariano y deseó que la Virgen sea para los fieles el “refugio en los momentos buenos como en los malos” y también “la guía para vuestras familias”. 

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