El sacerdote madrileño José Antonio Álvarez Sánchez, de 42 años, ha sido nombrado por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, como nuevo rector del Seminario Conciliar de la Inmaculada y San Dámaso. Esta designación, que el prelado comunicó a su Consejo Episcopal ayer, implica que el obispo auxiliar Jesús Vidal, actual rector, se desliga del seminario.
Aunque Álvarez Sánchez conoce bien a los 124 seminaristas que componen la institución madrileña, por se hasta ahora director espiritual, ha recibido la noticia con “sorpresa” y, conocedor de las exigencias del cargo, no disimula “cierta incapacidad por tratarse de una tarea que supera nuestras capacidades”, confesaba a ‘Vida Nueva’. Sin embargo, confía que en el proyecto del seminario “estamos embarcados todos” y se muestra dispuesto a desarrollar este “servicio a la Iglesia de preparar a los sacerdotes del mañana”. Afronta este nuevo encargo con la “certeza de que esta formación de los sacerdotes es muy necesaria”.
También se ha publicado que el cardenal Osoro ha completado el equipo formativo con la designación de Guillermo Cruz como director espiritual y la de Iñaki Martín Errasti como formador del Seminario Menor.
Lo que no es una sorpresa es el perfil de los seminaristas que el nuevo rector se va a encontrar. “Hay una gran diversidad de edades y de procedencias, lo que es una gran riqueza porque la formación sacerdotal que no se realiza en abstracto, teóricamente, sino en comunidad, en comunión y en fraternidad entre los propios seminaristas con el equipo de formadores y directores espirituales”, apunta.
Esta diversidad se combina con el hecho de los seminaristas, aunque llegan al seminario más preparados, pero “también son hijos de su tiempo, con sus riquezas ya que son muy imaginativos, muy capaces, muy osados, gente echada para adelante aunque con las fragilidades que todos a veces nos encontramos como inconsistencias, falta de estabilidad o de compromiso”. Este panorama, para Álvarez Sánchez “es el caldo de cultivo en el que tenemos que hacer posible la acción de Dios, que hace capaces a los que elige”. Y es que formar pastores con el espíritu de Cristo, “no es algo que se pueda improvisar, es una tarea cotidiana y que requiere oración, el estudio, el silencio y también ir generando un corazón de pastor entregado al servicio de los hombres”, subrayó.
El nuevo rector reconoce que lleva “un tiempo en esta tarea de la formación”, aunque ahora debe “afrontar una nueva responsabilidad”. Y es que hasta ahora era uno de los dos directores espirituales del Seminario Conciliar, desde el año 2015 –cargo que hacía compatible con ser el viceconsiliario nacional de Manos Unidas–. Antes fue formador del Seminario Menor (2001-2005) y formador en el Mayor entre 2008-2015. También, desde 2003, fue director espiritual en el Movimiento Cursillos de Cristiandad de Madrid. “He pasado por todas las etapas”, aseguraba.
Antes había sido capellán universitario en la Escuela Superior de Arquitectura de la Politécnica de Madrid (2000-2002), secretario del obispo auxiliar César A. Franco (2005-2014) y miembro del Consejo Presbiteral diocesano (2009-2012). Actualmente está cursando una licenciatura en Espiritualidad en la Universidad Pontificia de Comillas.
Nacido en Madrid en 1975, es sacerdote desde el 18 de junio de 2000. Ha cursado un máster en Discernimiento Vocacional y Acompañamiento Espiritual en el Centro de Espiritualidad San Ignacio de la Universidad Pontificia de Comillas (2008-2011).