La Iglesia chilena se disculpa ante la monja que colgó los hábitos tras desoír su denuncia por abusos sexuales

La Iglesia chilena se disculpa ante la monja que colgó los hábitos tras desoír su denuncia por

El Congreso de las Hermanas del Buen Samaritano ha sido el espacio elegido por los obispos chilenos para pedir perdón a Consuelo Gómez, una monja que denunció abusos sexuales y psicológicos y a la que informaron del inicio de una investigación canónica, ya que antes, no habían sabido estar “a la altura”.

La ya exmonja relató su proceso que incluyó trabajo extremo, falta de atención médica, políticas de aislamiento que la llevó a sufrir depresión: “Fui abusada sexualmente por una monja en España, que también era chilena y superior a mí, varias y repetidas veces. Y todos lo sabían y me hicieron callar. Me hicieron sentir a mí que era culpable de todo”, compartió Consuelo Gómez.

La Conferencia Episcopal Chilena ha enviado una carta en la que reconocen sus errores: “Manifestamos con dolor que conocíamos el relato de los graves hechos ocurridos al interior de nuestra comunidad religiosa, las medidas que tomamos y la actitud que tuvimos entonces no estuvieron a la altura de nuestra misión y vocación”. Pese a sus disculpas, Consuelo Gómez fue taxativa en su valoración de los prelados, ya que consideró que “todo lo que se pueda hacer contra los obispos es poco. Yo los metería a la cárcel. Son todos una pila de mentirosos, sinvergüenzas e hipócritas“.

Las excursiones secretas de Juan XXIII

Guido Gusso, quien fuera mayordomo y chófer de Juan XXIII, ha relatado la necesidad de salir de la Santa Sede del papa Roncalli, quien, gracias a la complicidad de su asistente y de algunas personas más que mantuvieron la complicidad. Gusso ha comentado que el Papa “se sentía prisionero dentro de las murallas del Vaticano” y sentía la necesidad de ser llevado alrededor de la ciudad de Roma.

Uno de los episodios más curiosos se refiere a un paseo en coche realizado en verano en la zona de los Castelli Romani. Todo fue organizado bajo la dirección de Juan XXIII quien le pidió a Gusso que obtuviera las llaves de una puerta secundaria de las Villas Papales para evadir el control. Estos viajes provocaron sentimientos contradictorios, sorpresa por parte de las personas que se dieron cuenta del paso del Papa y preocupación por parte de la gendarmería y los guardias suizos.

La red de organizaciones católicas por el desarrollo denuncian la “crisis olvidada de Sudán del Sur”

Cáritas Sudán y sus colaboradores, incluyendo la Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero (CAFOD) y la agencia de ayuda católica Trocaire, con sede en Irlanda, se reunieron a principios de mayo para evaluar el empeoramiento de la situación humanitaria en la nación más joven del mundo. En un comunicado al final de la reunión dijeron que el país “se dirige hacia un escenario de desesperación”.

“La gente está viviendo en constante temor e inseguridad, sufriendo mentalmente, físicamente y con hambre“, dice la declaración, advirtiendo que la situación podría verse exacerbada por las fuertes lluvias que se esperan en los próximos meses.

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