El peruano Pedro Barreto, actual arzobispo de Huancayo, que será nombrado cardenal el próximo 29 de junio, anunció ayer, miércoles 30 de mayo, que “el 8 de junio, Miguel Cabrejos, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, leerá un comunicado que ha sido conocido por el Santo Padre. Se dará a conocer cuál es la situación de este señor Figari“. Además, afirmó que la sentencia ya es firme, por lo que este comunicado probablemente incluya la publicación de dicha sentencia.
Así lo ha explicado el próximo cardenal en una entrevista concedida a La República. Durante la misma, también ha asegurado que “el Estado y la corrupción tienen responsabilidad en el crecimiento de la minería ilegal”. Una corrupción que se evidencia en el gran riesgo que suponen ciertas minas del país para la salud de los trabajadores. “Estamos hablando de una gran corrupción; ¿por qué se dan esas leyes? ¿Por qué el Congreso permite que se explote la salud de las personas para un rédito económico?”, se pregunta el arzobispo.
En la línea del papa Francisco, ha reconocido que podemos ser pecadores, pero no corruptos. Y así, ha propuesto que en Perú “tenemos hacer un mea culpa todos, sin excepción y un compromiso muy serio de recuperar la moralidad, la ética, la cultura de la honestidad, del respeto, del encuentro entre hermanos y hermanas”.
Ayer, 30 de mayo, el Palacio de San Calixto sito en el barrio romano de Trastevere acogió un acto en memoria del cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, en el vigésimo aniversario de su muerte. La jornada, como recoge Vatican News, estuvo presidida por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, quien alabó su entrega total a Cristo: “No se puede explicar su existencia y los múltiples encargos que se le confiaron sin considerar su amor incondicional a Cristo. Estaba tan unido a Él que incluso en los momentos más difíciles, no perdía esa serenidad interior que alimentaba la esperanza en Él”.
El cardenal Pironio tuvo como objetivo principal aplicar los principios del Concilio Vaticano II en Latinoamérica, reivindicando siempre la importancia de los pobres en la Iglesia. Sus opiniones le valieron numerosas amenazas de muerte durante la década de 1970 en su tierra natal, ya que varios armados no compartían la visión conciliadora de la Iglesia. Nombrado por san Juan Pablo II presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el propio papa Wojtyla recordó en su funeral allá por 1998 su labor como cofundador de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Al término del acto, Parolin recordó el profundo agradecimiento que el Siervo de Dios siempre tuvo hacia Cristo y la Virgen, a los que decía deber todo. A este respecto el secretario de Estado citó algunas palabras de su testamento “agradezco al Señor (…) porque la Virgen ha estado muy presente en mi vida personal y mi ministerio. A Ella le debo todo. Mis grandes fechas –de cruz o de alegría– siempre han sido fechas marianas”.
El próximo 10 de junio el Vaticano celebrará la Fiesta del Deporte y la Familia en el estadio Pío XII, en la localidad de Albano Laziale. Con motivo de esta celebración, y por impulso del propio papa Francisco, se organizará un partido de fútbol femenino en el que las protagonistas serán varias de las 750 empleadas de la Ciudad del Vaticano.
Según informa La Nación, Danilo Zennaro, responsable deportivo del vaticano, ha confirmado que será el primer partido de fútbol femenino de la historia del Estado. Historia por otro lado no tan breve, ya que las ligas de fútbol organizadas por la Santa Sede se remontan a 1972, formando equipos que pertenecen a la NF board, es decir no federados en la FIFA. El Vaticano cuenta también con una selección masculina formada por sacerdotes, seminaristas y miembros de la Guardia Suiza Pontificia, y organiza la ‘Clericus Cup’, un torneo entre los distintos seminarios romanos.