La Santa Sede ha anunciado hoy 31 de mayo el nombramiento de Henryk Hoser, arzobispo emérito de Varsovia-Praga, como Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje. Según anuncia la oficina de prensa del Vaticano, “se trata de un encargo exclusivamente pastoral” y tiene la finalidad de “asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial de Medjugorje” y de los fieles que peregrinan hasta allí.
Hoser ha sido enviado especial del Papa en Medjugorje desde febrero de 2017,labor que ya ha concluido, por lo que este nombramiento no hace sino afirmar su continuidad en la parroquia Bosnia y presumiblemente continuar con sus investigaciones y la supervisión del fenómeno que supone.
El ahora Visitador explicó a finales de 2017 que el culto en Medjugorje está efectivamente permitido, por lo que se pueden organizar peregrinaciones oficiales hasta allí. Sin embargo, recordó que dichas peregrinaciones deben ser de carácter espiritual, y “no referidas a las apariciones de la Virgen a los videntes”. La aprobación de las apariciones, que es actualmente la incógnita principal, es algo que debe resolver la Congregación para la Doctrina de la Fe, que aún no se ha pronunciado al respecto.
A la espera de una decisión
El último informe conocido, desvelado por el periodista Andrea Tornielli en mayo del año pasado, hablaba de “trece votos a favor del reconocimiento de la sobrenaturalidad de las primeras siete apariciones de Medjugorje, un voto en contra y uno suspensivo”. También hay que distinguir entre unas y otras apariciones, ya que las primeras que se dieron se consideran más veraces que algunas de las que se anuncian con fecha y hora, respecto a las que el mismo Francisco dijo tras su viaje a Fátima que “prefiero a la Virgen Madre que a la Virgen que se vuelve encargada de una oficina de telégrafos y envía un mensaje cada día“.
Por ahora, parece un simple alargamiento de la “vigilancia” que el Vaticano necesita ejercer sobre esta parroquia hasta que el Dicasterio presidido por Luis Francisco Ladaria finalice con el proceso que reconocerá, o no, las apariciones marianas de esta pequeña parroquia de Bosnia- Herzegovina.