Tras triunfar ayer su moción de censura contra Mariano Rajoy, en la mañana de este sábado 2 de junio de 2018, Pedro Sánchez ha tomado posesión como nuevo presidente del Gobierno, siendo el séptimo de nuestro actual régimen bajo el sistema de monarquía parlamentaria. Como siempre, la ceremonia ha tenido lugar en el palacio de la Zarzuela, ante el Rey Felipe VI y su predecesor, el líder del Partido Popular.
Pero el acto ha tenido mucho de inédito. Y es que ha sido la primera vez en nuestra historia democrática en la que un nuevo mandatario ha prescindido de la Biblia y el crucifijo en el momento de prometer el cargo.
Con este gesto, ha roto una barrera. De hecho, el anterior presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a conformar ejecutivos en los que ninguno de sus ministros (ni él mismo) optaron por la fórmula de jurar ante los símbolos cristianos, prefiriendo prometer posando su mano derecha ante un ejemplar de la Constitución. Pero, en todos los actos celebrados en Zarzuela, siempre estuvieron sobre la mesa la Biblia y el crucifijo.
El gesto protagonizado por Pedro Sánchez no ha pasado inadvertido en las redes sociales. De hecho, a los pocos minutos, el primer Trending Topic en Twitter era ‘Biblia’. Entre los miles de comentarios, había críticas y aplausos, muestra de que esta cuestión despierta un fuerte debate sobre cómo España regula su condición de Estado aconfesional.
Cabe recordar que ya en 2014 fue la propia Casa Real la que cambió el protocolo, que hasta entonces se guiaba por la costumbre de que estuvieran presentes los símbolos religiosos, y lo dejó en manos del mandatario que fuera a prometer o jurar su cargo. Con Mariano Rajoy, en su última investidura, la Biblia y el crucifijo estuvieron sobre la mesa por deseo expreso suyo. Ahora, por primera vez en nuestra democracia, no ha sido así.
Lo que no cambiará es la fórmula utilizada por todo cargo público que inicie su mandato ante el Jefe del Estado: “Juro (o prometo) cumplir fielmente las obligaciones del cargo de (el que corresponda en cada ocasión) con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”.