El desfile estaba previsto para el sábado y contaba con la participación de unas 200 personas, pero a la hora de comenzar, se encontraron con un grupo de mauricianos musulmanes con pancartas anti LGTBI, que además organziaron una plegaria en la calle impidiendo la marcha.
“Independientemente de las conviciones morales que uno pueda albergar sobre la homosexualidad, queremos expresar nuestra indignación respecto a la manera como un desfile de los LGBTI, que contaba con autorización policial, fue obstruido por manifestantes concentrados ilegalmente”, criticó el cardenal Maurice Piat, obispo de Port Louis.
Tambien el primer ministro, Pravind Jugnauth, condenó los hechos, “el Estado de derecho debe prevalecer y las autoridades harán las investigaciones necesarias tras esta manifestación inaceptable e ilegal”.
Un obispo británico pide al Gobierno que suspenda el cobro médico a los residentes extranjeros
Paul McAleenan, obispo responsable de Migraciones y Asilo ha pedido al secretario de salud británico que elimine el cobro del servicio médico a los ciudadanos que no son de Reino Unido: “Las organizaciones católicas me han transmitido que muchas de las personas vulnerables con la que trabajan ven como sus tratamientos son rechazados porque no pueden proporcionar la documentación o el pago necesarios”.
Los médicos católicos también han mostrado su preocupación sobre el nuevo sistema de cobro, malestares que el obispo también ha recogido en su mensaje: “Estos cambios ya están empezando a infligir daños a los pacientes, al personal sanitario y la sociedad en general”.
“La vergüenza es una gracia que nos lleva a pedir perdón”, dice el papa en el prólogo de un libro
“Ven Señor Jesús. Ven a mí, búscame, encuéntrame, tómame del brazo, llévame”, con esta oración de san Ambrosio, el papa Francisco comienza el prólogo de la sexta edición del libro de la revista ‘30 Giorni’.
El ‘librito’ además de oraciones, recoge todo lo que se necesita para hacer una buena confesión. “Quién se confiesa bien se hace santo”, una frase de Don Giacomo Tantardini, que Bergoglio usa para desarrollar el prólogo dando detalles sobre la confesión. “El punto de partida es el examen de conciencia, el dolor sincero por el mal cometido. Seguido de la confesión de los pecados individuales, de modo concreto y sobrio. Sin avergonzarse de la propia vergüenza”.
“La vergüenza es una gracia que nos impulsa a pedir perdón, al igual que la gracia de las lágrimas, que lava nuestra mirada para ver mejor la realidad”, concluye el papa Francisco.