Hoy, 8 de junio, ha tenido lugar en Roma la presentación del Documento Preparatorio de la Asamblea Especial del Sínodo delos Obispos para la Región Panamazónica, que tendrá lugar en octubre de 2019. Ha corrido a cargo del cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos; Fabio Fabene, subsecretario del mismo, y Pablo Mora, oficial de la secretaría general. También ha intervenido en vídeo el cardenal brasileño Claudio Hummes, por su cargo de presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
Baldisseri ha comenzado recalcando que, aunque se trate de un Sínodo específico para una región, “las decisiones que se tomen en el mismo están ligadas a toda la Iglesia y el futuro del planeta”, por lo que se tendrán también en cuenta especialmente las necesidades de zonas como el Congo o las regiones boscosas de Asia. Por tanto tiene una doble dimensión, por un lado la referida a los pueblos indígenas de la zona y por otro la ecología, particularmente en el amazonas pero con una dimensión global.
El documento se divide en tres partes, ver, discernir y actuar. La primera busca la comprensión de la región, su historia, su cultura, su política –pues no hay que olvidar que comprende 9 países y casi 40 millones de almas, en 7 millones de kilómetros cuadrados– su situación ecológica y, en resumen, sus problemas, incluyendo la deforestación, la contaminación, y otras actividades existentes en ella como la trata de personas. Si bien, Baldisseri ha insistido en que la prioridad es el trato a los pueblos nativos, que “están más amenazados que nunca”.
La Iglesia no puede descuidar la naturaleza
La segunda parte, el discernimiento, trata los aspectos del Sínodo más relacionados con el anuncio del Evangelio. La labor misionera “siempre busca el desarrollo de las personas para mejorar su vida. En este sentido es clave considerar el desarrollo humano como un proceso integral”. Y, como dice el Papa, y más aún en esta región, hombre y naturaleza están integrados, por lo que “los procesos que la Iglesia lleve a cabo en la Amazonía no pueden prescindir de un aspecto de respeto y cuidado de la naturaleza”, ha explicado Baldisseri. Así, el cuidado de la casa común es un elemento esencial, como ya se preveía, en este Sínodo.
Finalmente, el cardenal ha contado que la acción se centrará en encontrar, como el nombre indica, nuevos caminos pastorales para la Iglesia en la Amazonía, ya que “se necesita más presencia eclesial para responder a la gran diversidad cultural existente”. En definitiva, la Iglesia tratará de aprender de los pueblos que habitan esa tierra para poder adentrarse en ella con el mismo respeto con que la tratan ellos, y de esta forma hacer de su causa la causa de la Iglesia.
Los indígenas también estarán presentes en las reuniones
El secretario Fabene ha explicado a continuación la organización del Sínodo, que no se sale de lo habitual: “Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha recíproca y al Espíritu Santo”. Por ello ha anunciado junto al cardenal Hummes que la REPAM ya está preparando asambleas para escuchar a los indígenas a través de cuestionarios sobre los que se preparará el ‘instrumentum laboris’, base del debate sinodal.
También ha anunciado que se convocará a los 102 obispos del territorio, a los presidentes de las Conferencias Episcopales de las naciones de la región y a la REPAM. Asimismo habrá representantes de conferencias episcopales de otros continentes y prefectos de varios dicasterios. Finalmente, ha revelado que se prevé la participación de religiosos y religiosas de la zona, y de representantes indígenas que podrán intervenir, aunque no podrán votar por no tener el grado de padres sinodales, sino de oyentes.