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Semeraro a propósito de ‘Amoris laetitia’: “Ningún médico debería negar una medicina a un enfermo que sufre”

  • El secretario del C-9 de Francisco presentó en Madrid la exhortación ‘Gaudete et exsultate’ y su libro ‘El ojo y la lámpara’
  • El prelado anunció que los trabajos del Consejo de cardenales están “en la fase de conclusión” y en breve entregarán sus informes al Papa





La Universidad Pontificia Comillas acogió ayer la presentación de la exhortación ‘Gaudete et exsultate’ y el libro ‘El ojo y la lámpara’–a partir de ‘Amoris laetitia’– (Libreria Editrice Vaticana y Romana Editorial, 2018) por parte del autor de este último, el obispo de Albano y secretario del C-9, Marcello Semeraro. Hombre de confianza del papa Francisco, el prelado subrayó la fuerza del discernimiento en los escritos papales.

Y es que el discernimiento, para el jesuita Julio L. Martínez, rector de Comillas, es “un modo de vivir y de situarse ante la realidad y la vida, es mucho más que un método de trabajo”. El profesor subrayó el discernimiento “como proceso personal y pastoral que favorece la evangelización, el anuncio de Cristo y el crecimiento humano y espiritual”, e invitó a los sacerdotes a conjugar los verbos que propone el Papa: “Acogiendo, acompañando, discerniendo e integrando, en un humus de misericordia, en el contacto con la gente y con la enseñanza”. Citando una carta de Bergoglio a un obispo argentino, recordó que “de esas cuatro actitudes pastorales la más descuidada es el discernimiento, y consideró urgente la formación en el discernimiento en nuestros seminarios”, subrayó.

Mirar por dónde caminamos

El obispo de Albano y profesor de Eclesiología, Marcello Semeraro, rescata en su comentario de ‘Amoris laetitia’ una imagen de Casiano el Romano, uno de los Padres del desierto que llevó a tradición latina la espiritualidad oriental, la del ojo y la lámpara. Junto con la portada del libro en la que se ve un faro, señaló que “en la mentalidad oriental el ojo es el que pone la luz a la realidad” y, por ello, “si el ojo no está limpio espiritualmente, no ve nada”.

Así la metáfora coge fuerza para explicar “el discernimiento como don de Dios que requiere la oración y la humildad” y que une la luz interior con la de Dios que ilumina la vida de todo creyente. Para él, “el faro señala el punto hacia el que deben ir, esto lo hace la teología moral, los mandamientos de Dios, indican la dirección hacia dónde ir…, pero esto no significa que lleguemos. En un puerto se deben salvar las corrientes marinas para que el barco no encalle”, explicó. “El discernimiento te dice dónde poner los pies, por dónde ir. Indica el camino que hoy hay que recorrer para hacer la voluntad de Dios aquí y ahora”, sentenció.

Discernimiento familiar

La obra afronta también el famoso capítulo octavo, también a partir de la praxis implantada en su diócesis tras la reflexión de estos años. En este sentido, agradeció la crítica que ‘La Civiltà Cattolica’ ha hecho al libro señalando que “no es un panfleto ni una defensa oficiosa de ‘Amoris laetitia’ contra las críticas de algunos ambientes católicos tradicionalistas”. Para él, el Papa propone una relectura del Catecismo e invita a conjugar tres verbos: “acoger, integrar y acompañar” a través de “procesos”. Para el obispo, “el discernimiento no es la formulación de un juicio de una realidad, sino un proceso de acompañamiento”.

Esto se aplica a la familia, en la que puede darse un “discernimiento espiritual o pastoral” que va más allá del meramente moral. Este pide a la Iglesia estar cercana a situaciones familiares que viven distintos tipos de “fragilidades” –también sociales, como el “antagonismo entre la escuela y la familia”–, señaló.

Entrando en el acompañamiento de los divorciados que se ha vuelto a casar civilmente, subrayó los puntos de referencia que Francisco ofrece en su texto y que exige a quienes buscan la comunión “tener las condiciones necesarias de humildad y de amor a la Iglesia y una búsqueda de la voluntad de Dios”, frente a quienes “se vanaglorian de su situación de pecado”. En este sentido, ejemplificó que en su diócesis considera que los divorciados vueltos a casar “muestran la intención de apreciar la dignidad de la familia” a través de una “búsqueda de una situación legal que los pone en una situación de recíproca convivencia más cercana a la familia, frente a otras figuras como las uniones de hecho o la convivencia ocasional”. “Muestran cierto sentido de la familia y esto es muy importante”, señaló, a la vez que subrayó la importancia de la personalización de los procesos para que se dé un auténtico discernimiento.

Búsqueda de la comunión

Para Semeraro, estas condiciones son guía para el discernimiento teniendo en cuenta la posible admisión a recibir la Eucaristía, algo que “pertenece al foro interno y, por lo tanto, al ámbito de la confesión”. Para él, la valoración del confesor expresa también ese proceso de discernimiento, que es “un camino personal con una guía que ayuda en la escucha de la Palabra de Dios”.

“Hay que pasar la atención del objeto al sujeto, a la persona, como señala el Vaticano II”, concluyó, mientras invitaba a “la responsabilidad personal” sin perder de vista que “los sacramentos son medicinas y ningún médico debería negar una medicina a un enfermo que sufre, aunque se vaya a morir”.

El discernimiento también está presente en ‘Gaudete et exsultate’, al reivindicar que forma parte de la vida cotidiana y no de una “nivel abstracto propio de los místicos o las grandes cuestiones”. Citando a san Francisco de Sales, apuntó que “la santidad debe ser vista en modo proporcional a las fuerzas y a los deberes de cada uno: una mujer periodista o carpintera debe vivirla en esas situaciones, así también un sacerdote o un profesor no lo vivirá de la misma manera que un monje trapense”.

“La vida santa no es simplemente una vida buena que persigue la virtud en general, sino la que sabe acoger la acción del Espíritu Santo y lo sigue”, concluyó, mientras resaltaba que “el papa Francisco no es un teólogo dogmático, como Benedicto XVI; es un maestro espiritual y, por eso, habla de la vida cristiana como lucha”.

Sobre su papel en la reforma de la Curia, señaló que el próximo lunes se producirá una nueva reunión del Consejo de cardenales, que “está en la fase de conclusión” y en breve entregará sus informes al Papa.

La presidenta de Romana Editorial, Carmen Magallón, que presentó al autor, anunció que la editorial publicará tras el verano tres nuevos volúmenes de la colección sobre la teología del papa Francisco. Una colección de 11 libros cuya petición de un prólogo a Benedicto XVI provocó la dimisión de Dario E. Viganò como prefecto de la Secretaría para la comunicación vaticana.

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