El administrador del patriarcado latino de Jerusalén, el obispo Pierbattista Pizzaballa, durante el encuentro ‘Vivir Tierra Santa’, señaló que “la decisión de Estados Unidos marcó profundamente la vida política de Oriente Medio. Esta elección del cambio de ubicación de la embajada, desde un punto de vista político, ha eliminado cualquier relación entre israelíes y palestinos”.
“La situación de la franja de Gaza es desesperada, hasta que no haya una vida pacífica para todos, Tierra Santa no conocerá un desarrollo estable”, declaró Pizzaballa, quien ha estado durante más de 30 años en la región.
“No olvidemos –continúa- que el símbolo que se le atribuye a esta ciudad no puede reducirse solo a la soberanía entre un país u otro, sino que es un símbolo religioso indispensable para todos”.
El episcopado polaco ha publicado las “Indicaciones pastorales a la luz de la Exhortación Apostólica ‘Amoris laetitia’”, en el que destacan la necesidad de servicio a los novios, cónyuges y a las familias, así como a las personas que están en uniones ‘irregulares’, siguiendo los criterios pastorales recomendados por el papa Francisco: acogida acompañamientos, discernimiento e integración.
A pesar de esta muestra de sintonía con el papa, por parte de la iglesia polaca, las numerosas voces críticas con las aperturas sugeridas desde el Vaticano, quedan reflejadas en el comunicado de prensa emitido por la Conferencia Episcopal “el texto (de las indicaciones pastorales) no contempla la cuestión del acercamiento al sacramento de la eucaristía de las personas que no están unidas por el sacramento”.
En las conclusiones, los obispos hablan de la necesidad de elaborar un nuevo directorio de la pastoral de las familias para la Iglesia en Polonia, “necesitamos ministros ordenados para acompañar a los fieles y ayudarles a discernir. El servicio pastoral debe de ser cercano, respetuoso y compasivo, a la vez que saludable y alentador para madurar en la vida cristiana”.
El obispo Robert McElroy anunció durante la misa que celebró en la frontera con México, el pasado fin de semana, la puesta en marcha de un programa familiar que evite el drama de las separaciones entre los emigrantes que tratan de entrar en Estados Unidos, “creo que es inhumano separar deliberadamente a las madres de sus hijos como si se tratara de política”.
La diócesis comenzará un programa que tratará de recibir a las madres que tienen concedido el primer nivel de asilo, para que podamos tratar de mantenerlas junto a sus hijos, sin que sean separados.
La semana pasada, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos publicó una declaración condenatoria de la política migratoria del gobierno estadounidense, “la separación forzada de los niños de sus madres y padres no es efectiva para la disuasión de la inmigración, además es contraria a nuestros valores católicos”, declaró el obispo Joe Vásquez, presidente del comité de migraciones da la Conferencia.