El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, defendió en la noche del domingo que “hay que plantearse seriamente la laicidad del Estado”. En la primera entrevista que concedió tras jurar su cargo, el político socialista aseveró que “vamos a ver de qué manera se desarrolla, pero ya ha habido un primer elemento simbólico y los símbolos también cuentan en política: la toma de posesión sin Biblia ni crucifijos es importante”.
Preguntado por la periodista Ana Pastor en “El Objetivo” de La Sexta, sobre la promesa electoral de Pedro Sánchez de denunciar los acuerdos Iglesia-Estado, Borrell asintió: “Ese sí que es mi negociado”. Sin concretar medidas concretas, adelantó que “francamente, a mí que las banderas ondeen a media asta en los cuarteles el día de Viernes Santo, me parece que está en franca contradicción con la laicidad del Estado”.
Junto a esta cuestión, Borrell también abordó otros temas relacionados con su nueva cartera, como la falta de compromiso de España con Europa en materia de acogida de refugiados, una de las denuncias constantes de entidades eclesiales.
“La política migratoria es una de las más trascendentales a las que nos enfrentamos”, expresó el ministro de Exteriores que planteó que “o nos tomamos en serio la ayuda al desarrollo o tendremos problemas que no se resuelven levantando muros”.