Vaticano

Dirigentes de multinacionales se comprometen en el Vaticano a poner en marcha una transición energética

  • Representantes de empresas petroleras y gasísticas participan en un convenio convocado por el dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral
  • Piden un “cambio radical en todos los niveles, tanto personales como colectivos”, para afrontar la crisis ecológica y social que sufre el Planeta





La encíclica ‘Laudato si”, publicada por el papa Francisco en 2015 con un esclarecedor subtítulo que dice ‘Sobre el cuidado de la casa común’, no es un documento magisterial más que se queda acumulando polvo en los anaqueles de las librerías. Es un texto vivo sobre el que se sigue debatiendo y que aporta elementos de reflexión en los sectores sociales y económicos más diversos, como el de la energía. Representantes de empresas petroleras, gasísticas y ligadas a las renovables se reunieron en Roma del 7 al 9 de junio para debatir sobre la transición energética en un encuentro convocado por el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral y patrocinado por el Mendoza College of Business de la Universidad de Notre Dame, un ateneo católico estadounidense.

Con el bagaje de ‘Laudato si” y el convencimiento de que la Santa Sede está en una “posición única para ofrecer su voz moral”, los participantes en el simposio reconocieron que resulta “urgente” la puesta en marcha de una “transición hacia una economía con bajo nivel de emisiones” al tiempo que garantiza el suministro energética a quienes hoy no pueden disfrutar de él. En un comunicado conjunto hecho público el pasado 11 de junio, subrayaron la necesidad de tener una visión a largo plazo de manera que el riesgo del calentamiento global no supere los dos grados centígrados.

Liderazgo global

Apostaron los líderes de empresas energéticas por un “cambio radical en todos los niveles, tanto personales como colectivos”, para afrontar la crisis ecológica y social que sufre hoy el mundo. En esa respuesta es determinante una exitosa transición energética que precisa del “apoyo de los mercados, una mayor eficiencia, nuevas tecnologías, políticas visionarias, una sociedad civil educada y nuevas formas de cooperación y de liderazgo global”. 

Por encima de cualquier otro tipo de interés, la transición energética hacia el uso de recursos renovables tiene que tener como objetivo el cuidado y el bienestar de las personas, “especialmente los pobres” y no olvidándose de las próximas generaciones. “La Tierra es nuestra casa común y los cambios climáticos están haciendo de ella un lugar más inhóspito para muchos pobres”, lamentan los participantes en el encuentro en el Vaticano, entre los que había dirigentes de compañías como BP, ExxonMobil o Eni.

“Sed” de energía

El Papa les recibió el pasado sábado recordándoles que la “sed” de energía no debía “anular” la civilización. “Los invito a ser el núcleo de un grupo de líderes que imaginan la transición energética global de modo que tenga en cuenta a todos los pueblos de la tierra, como también a las futuras generaciones, a todas las especies y los ecosistemas”, les pidió Francisco.

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