“Ser buen padre es una de las cosas más importantes que podemos hacer para cambiar el mundo. Necesitamos padres que hagan historia”. Con esta naturalidad, Fernando Vidal se refiere al rol del padre hoy, en 2018. Una meditación expresada en alto durante la presentación de su libro ‘La revolución del padre’ (Mensajero), que tuvo lugar ayer, 13 de junio, en Madrid.
“El padre no es una construcción social, existe una paternidad natural”, sentencia el director del Instituto de la Familia de la Universidad Pontificia de Comillas, que estuvo acompañado en el acto por el Fernando Simón Rueda, Delegado de Pastoral Familiar de la Archidiócesis de Madrid, y José María Rodríguez Olaizola, SJ, consejero delegado del Grupo de Comunicación Loyola.
La piedad filial
“Todos somos conscientes que la paternidad es un tema que nos toca desde el corazón. Toda la ética de Confucio se sostiene desde la piedad filial, no desde los criterios morales, desde la propia experiencia de ser hijo”, recuerda este padre de familia que valora cómo “con nuestros hijos volvemos a nacer. Te redescubres desde la perspectiva de tus padres, comprendes lo que hicieron por ti”.
“Todavía no he descubierto los límites de la gratitud con mi padre. Cuanto más descubro lo que hizo por mí, más aumenta esa gratitud”, señala en primera persona el autor de la obra. Para Vidal, “hay cada vez más padres que quieren comprometerse con la cercanía, la presencia, la ternura, la comunicación y los cuidados directos de sus hijos e hijas, pero también aumenta el abandono y la deserción paternal, desarrollando una imagen utilitarias que hace al hombre inmaduro para la paternidad. Nos encontramos hoy en una encrucijada entre el compromiso y la deserción de ser padre”.
La desigualdad de género
“Creo que el padre todavía no ha encontrado su lugar y, como Ulises, está en una isla de la que quiere regresar”, alertó Fernando Vidal que defiende que “la paternidad no ha decaído por el feminismo. La desigualdad de género es un gran distorsionador. Lo que sí ha tenido un efecto nocivo es la cultura del capitalismo y el individualismo”.
Por su parte, Fernando Simón Rueda señaló que “el cristianismo es la revelación del amor de un Padre”. “Cada vez tenemos más padres que quieren ser padres pero la tiranía del trabajo se lo impide, porque llegan agotados a casa”, apuntó el delegado madrileño de Familia.
Paternidad por definición
“Entre Lopetegui, Máxim Huerta y Urdangarín es difícil hacerse un hueco, pero necesitamos abordar temas de gran calado en un momento en el que los valores de la familia no son uno de los temas más demandados, pero sí de los más necesario”, explicó José María Rodríguez Olaizola, SJ.
“En este mundo donde muchas realidades se construyen por contraposición, Fernando Vidal aborda la paternidad desde la definición. Esta propuesta puede resultar casi contracorriente, pero es hoy más adecuado que nunca”, reflexionó Rodríguez Olaizola que valoró cómo el libro lleva a cabo “una reflexión de cada ser humano y sus peculiaridades”.