España

Aquilino Bocos, un nuevo arzobispo “padre, hermano y amigo de todos”

  • El cardenal Fernando Sebastián preside la ordenación episcopal del religioso claretiano en la parroquia San Antonio María Claret de Madrid
  • A través de una carta el Papa le llama a “sostener la obra de la nueva evangelización”
  • “No pongáis en el centro a mi persona sino el reconocimiento a la vida consagrada”, señala el nuevo prelado





Una ordenación episcopal tan familiar como inusual, como respuesta a la decisión del Papa Francisco de crear como cardenal al padre Aquilino Bocos. El claretiano de 80 años entró a formar parte del colegio episcopal de manos del también cardenal emérito de Pamplona Fernando Sebastián durante una eucaristía en la parroquia San Antonio María Claret de Madrid.

Al no asignarle el gobierno concreto de una diócesis española, el Papa le ha reconocido como arzobispo titular de Urusi, una diócesis “simbólica”, si bien el pastoreo del padre Bocos está ligado directamente a través de sus investigaciones, reflexiones, asesoriamiento y acompañamiento a los más de 42.000 religiosos españoles, un rebaño más que significativo.

Decisión personal de Francisco

“No importa la edad ni que el Papa no te haya encomendado una diócesis concreta”, aseveró Fernando Sebastián que mostró a Bocos su misión a partir de ahora: “Eres corresponsable de la Iglesia católica universal con tus enseñanzas y exhortaciones que podrás servir a todas las Iglesias de España y de más allá de España, orientando a tantas comunidades religiosas que han solicitado tu ayuda”. El cardenal emérito de Pamplona reconoció que esta ordenación es una “decisión muy personal del Papa Francisco” para que se sume a la familia de obispos españoles, a quienes invitó a ser “pregoneros de la esperanza”.

“Muchos piensan que la Iglesia se extingue y languidece”, comentó el cardenal emérito de Pamplona que, sin embargo, apuntó cómo de este tronco maduro “se fortalece hoy”. Eso sí, reconoció que “vivimos en España tiempos de urgente evangelización”, por lo que animó a Bocos a vivir con “radical autenticidad evangélica y esfuerzo de una renovada creatividad apostólica” para responder “con generosidad y acierto a las exigencias de las actuales circunstancias”.

El padre Aquilino Bocos interviene en la eucaristía de su ordenación episcopal

“Con esta decisión no dejarás de ser religioso ni claretiano, sino que te va a permitir vivir de manera más intensa, amplia y cercana el seguimiento de Jesús y las tareas del Evangelio”, expresó Sebastián.  A partir del lema episcopal de Bocos -“Para que tengan Vida”, tomado del Evangelio de Juan-, el que fuera arzobispo de Pamplona planteó al nuevo prelado que “desde ahora tu voz podrá unirse a las voces de los apóstoles. Como obispo tendrás que ser ante el mundo testigo de la resurrección de Jesús, de la verdad de la vida inmortal, de la verdad de la presencia misteriosa del Dios-con-nosotros, como Pedro y Pablo, como lo fue san Antonio María Claret”.

Provecho abundante

A través del mandato apostólico del Papa, Francisco se hizo presente en la celebración y reconoció de Bocos cómo “ha estado provechosamente al frente de la congregación”de los claretianos  y fruto de esta entrega nace el “honor y potestad todavía mayor” con el reconocimiento cardenalicio. “Nos mueve la esperanza de que gracias a tu fiel ministerio, la Iglesia obtenga provecho abundante”, expresa en la carta el Obispo de Roma que confía en que el trabajo del nuevo arzobispo “sostenga la obra de la nueva evangelización”.

Al finalizar la eucaristía, el nuncio Fratini tomó la palabra para señalar cómo “con la designación de Bocos el Papa reconoce la importancia de la vida religiosa en la Iglesia a la que usted ha contribuido con su misión”.  “Le animo a seguir en su tarea muy vivamente”, señaló el embajador de la Santa Sede sobre todas sus aportaciones en la tarea “de la nueva evangelización”.

Una reforma con Cristo en el centro

Posteriormente, el padre Bocos admitió recibir la ordenación episcopal “inmerecidamente”. “Me pongo a plena disposición del Papa Francisco para colaborar en esta nueva etapa de evangelización y de reforma de la Iglesia en la que Cristo esté en el centro”, señaló el nuevo arzobispo que hizo una advertencia: “No pongáis en el centro a mi persona sino el reconocimiento a la vida consagrada”.

En una sencilla alocución, reconoció el papel de Fernando Sebastián como compañero “por su intensa y larga amistad”. Al cardenal Osoro, le agradeció su apuesta “por la rica comunión eclesial” en Madrid y del cardenal Blázquez destacó “tantas veces como me ha escuchado”.

“Soy un consagrado por vocación y convicción y como obispo quiero ser padre, hermano y amigo de todos”, reconoció el comentó el nuevo arzobispo, cuyo escudo episcopal representa el misterio de Pentecostés, con un corazón ardiente y misionero así como doce cruces que simbolizan a los apóstoles. Así, prometió vivir “en afectiva y efectiva comunión apostólica” con los obispos. “Rezad para que no me olvide nunca de los pobres, de los que sufren y de los que viven escondidos”, reclamó. 

En la eucaristía, concelebraron, entre otros, el nuncio de Su Santidad, Renzo Fratini; el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez; el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán; el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras y el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo. Entre los invitados, se encontraban la presidenta de Confer, Mariña Ríos; el secretario general de Confer, Jesús Miguel Zamora; así como la directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal, Lourdes Grosso.

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