Una de las primeras medidas que el nuevo gobierno de Pedro Sánchez desea llevar a cabo es el traslado de los restos de Francisco Franco fuera del Valle de los Caídos. Sin embargo esto ha planteado un problema desde que José Luis Rodríguez Zapatero implantó la Ley de Memoria Histórica, ya que el Valle tiene calificación de lugar de culto y de cementerio, por lo que la autoridad sobre las personas allí enterradas recae sobre la Iglesia.
Esto imposibilita las exhumaciones sin llegar a un acuerdo con la autoridad eclesial . También se necesita la autorización de la familia, aunque la fallecida Carmen Franco estaba dispuesta a dicha exhumación, por lo que en este sentido el gobierno está cubierto.
Sin embargo, la Razón afirma hoy 18 de junio que el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, también autorizaría al gobierno a trasladar a Franco. El purpurado habría dicho que la Iglesia no tiene “ningún interés” en oponerse a la medida, y se muestra muy dispuesto a colaborar en este sentido, ya que “la Comunidad está allí para orar, no para ser un agente político”.
Cañizares llama a evitar más casos como el del Aquarius
Antonio Cañizares, cardenal arzobispo de Valencia, valoró ayer 17 de junio la acogida en España de los inmigrantes del Aquarius tras su desembarco en el país. Afirmó que este incidente debe suponer “el principio del fin para que luchemos contra la esclavitud” que provoca la pobreza y la violencia existentes en sus países de origen, y cuya solución parece aún muy lejana, obligando a estas personas a caer en manos de las mafias para encontrar una vida mejor.
Cañizares hizo un llamamiento, publicado en la web de la archidiócesis a buscar soluciones mediante el diálogo entre los países de origen y los de destino para acabar con esta injusticia, cuyas víctimas “son las personas obligadas a abandonar estos países por falta de oportunidades, y acabar en una situación de esclavitud”. En este sentido insistió varias veces en la idea de que “este aldabonazo a las conciencias que ha supuesto el Aquarius, ha de ser un ejemplo para que se pongan soluciones reales”.
Finalmente, respecto al caso concreto del Aquarius que “estamos preparados para dar todo el acogimiento, toda la ayuda sin límites”, como ya ha manifestado la Iglesia valenciana en varias ocasiones.
Rouco pide la vuelta de Europa a sus raíces cristianas
El pasado domingo 17 de junio finalizaron las Conversaciones Covadonga, un foro creado por el arzobispo de Oviedo Jesús Sanz por el año Jubilar del primer centenario de la Coronación Canónica de la Santina. El objetivo del mitrado era encontrar un lugar para que “a la luz de la tradición cristiana y nuestros valores y virtudes, pudiésemos conversar de una manera abierta dentro de esta sociedad plural y democrática”, coincidiendo también con el 1.300 aniversario de la fundación del Reino de Asturias.
La última intervención corrió a cargo del cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien ofreció una ponencia titulada “Covadonga, cuna de Europa. Raíces cristianas de Occidente”. Durante la misma explicó la importancia del santuario para todo el continente citando a san Juan Pablo II, quien afirmó que es “una de las primeras piedras de Europa, cuyas raíces cristianas ahondan en su cultura” y lo calificó de “Altar mayor y latido del corazón de España”.
Según informa la diócesis, recordó que hablar de Europa “es hablar de unos valores, unas condiciones y unos principios concretos” marcados por la tradición cristiana, y que esta Europa creyente tiene “una cuna, que es Covadonga”. Pero aparte de reflexionar acerca de la importancia del santuario en el pasado, el purpurado quiso abordar la cuestión de su futuro.
Reconociendo la gran división que existe hoy en el continente por la crisis de fe que denunció Benedicto XVI en Santiago de Compostela y la necesidad de que Europa vuelva a sus raíces, sugirió una triple acción “una colaboración a nivel más práctico, de relación institucional, entre Covadonga, la Archidiócesis de Oviedo y Santiago de Compostela”, de forma que se produzca “El encuentro con el Salvador, a través de María, y peregrinando”.