América

Los obispos norteamericanos: “Esta política migratoria destroza familias”

  • Los principales prelados y cardenales norteamericanos critican abiertamente a Trump en materia de migración.
  • El cardenal O’Malley, con el respaldo del Papa, mantiene que no pueden “permanecer en silencio”





El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está pasando por su mejor momento en cuanto a popularidad. Alabado por el exitoso diálogo con Corea del Norte, el escándalo suscitado por el trato a los hijos de los inmigrantes, que son separados de sus padres al cruzar la frontera, tiene al presidente arrinconado por casi toda la opinión pública, lo que le ha obligado a tomar medidas para desbloquear la situación.

Especialmente severos están siendo con él desde la Conferencia Episcopal  Norteamericana (USCCB), con la que ha tenido sus más y sus menos. La semana pasada fue el cardenal DiNardo, presidente de los obispos, quien le reprochó su nueva política fronteriza de no conceder asilo a mujeres solamente porque huyan de la violencia de género o, en general, a quienes huyen de la violencia callejera.

El cardenal Sean O’Malley, miembro del C-9 y arzobispo de Boston, también se ha pronunciado en contra de la administración Trump, afirmando que resulta obvio que esta nueva política de encerrar a los hijos está pensada para obligar a los migrantes a pensarse dos veces el intento de cruzar la frontera. Añadió que, como obispo, siempre ha enseñado a respetar las leyes civiles, y continuará haciéndolo, pero que “no puedo permanecer en silencio cuando la política migratoria de nuestro país destruye familias, traumatiza a padres y aterroriza a niños. La injusta y dolorosa política de separar familias debe acabar”.

El obispo de El Paso, Mark Seitz, se ha unido también a las críticas, de una forma más gráfica, afirmando que “si Jesús viviera en este tiempo y viajara, no de Judea a Galilea, sino de Chihuahua a El Paso o de Guatemala a Texas, no tardarían en detenerlo en la frontera”.

Ya se plantaron con los ‘dreamers’

Aunque no es la primera vez que la USCCB se enfrenta al republicano en temas de inmigración. Desde su llegada al poder ha tenido encontronazos continuos con obispos norteamericanos, siendo el más sonado el del cardenal Timothy Dolan, que le pidió que no “tratara como a criminales” a los llamados ‘dreamers’ cuando retiró el programa DACA de Obama que protegía a 800.00 inmigrantes de esta categoría de la deportación, en noviembre del año pasado.

Pero entre la polémica de los ‘dreamers’ no quedó simplemente en Dolan, ya que en abril la USCCB, y en su nombre el obispo de Austin, Joe Vásquez, responsable del Comité de Migración de la misma, remitió una carta directamente a Trump implorándole que no desprotegiera a este colectivo.

Finalmente, ayer, 20 de junio, en una entrevista con Reuters el propio Papa Francisco respaldó las protestas de los mitrados estadounidenses, que califican la separación de familias como “contraria a nuestros valores católicos” e “inmoral”, y afirmó que encontrar una solución “no es fácil”, pero que sin duda “el populismo no es la respuesta”.

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