El Congreso de los Diputados ha dado el primer paso para la regulación legal de la eutanasia. Ha sido tras una propuesta del PSOE apoyada por todos los grupos, con la excepción del PP.
Una propuesta de ley, “sumamente garantista”, que según la portavoz socialista Adriana Lastra, garantizará el “final anticipado de la vida con el objetivo de evitar alargar el sufrimiento” de las personas con alguna enfermedad grave, incurable o crónica. La propuesta socialista iría más allá de la despenalización, al determinar el marco legal para su aplicación.
Dos izquierdas
Ante el comienzo de este procedimiento parlamentario, el presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, ha señalado que en su propuesta “el PSOE confunde eutanasia con libertad y, obviando los verdaderos problemas, la introduce en el parlamento, mientras que Podemos, sin nada que demostrar, propone una norma para ayudar a vivir a los ciudadanos”, evidenciando dos formas de entender la izquierda.
“El PSOE, sin escuchar a la sociedad, ni a los profesionales sanitarios, sitúa la muerte como reclamo principal de su ideología progresista. Obvia los problemas reales y urgentes de nuestro país para apuntarse tantos de cara a las próximas elecciones, dejando que el invierno demográfico y las necesidades de los ciudadanos de a pie sigan sin atender”, ha denunciado.
Más allá de ideologías
Para García-Juliá, “el rechazo a la eutanasia no es una cuestión ideológica. Es mucho más. La Organización Médica Colegial y la mayoría de los profesionales sanitarios ya han dicho ‘no’, puesto que los médicos curan, no matan. Con la eutanasia se rompe el vínculo de confianza entre médico y paciente, y se abre la puerta a que se empiece a prescribir como solución más barata, como sucede en países donde este tipo de leyes están activas”, en relación a los 4 países europeos que contemplan alguna posibilidad de suicidio asistido o eutanasia.
Para el Foro de la Familia, la propuesta de Podemos, sin embargo, “aunque no cite a la familia, la iniciativa del partido de Pablo Iglesias trata de ayudar a los más vulnerables, los recién nacidos, y permitirá a ambos padres disfrutar de los primeros meses de su bebé, acostumbrarse a su nueva vida, y colaborar en el hogar, estimulando la corresponsabilidad”. “Con esta medida, Podemos reconoce que los niños necesitan a sus padres y viceversa, que la familia es necesaria y es lo que los españoles deseamos y necesitamos”, según el presidente que ve que “es una medida cara que no fomentará la natalidad”.