El actual número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano, Giovanni Angelo Becciu, explicó ayer, 27 de junio, que “muchas cosas han cambiado, las cosas se han modificado en los Dicasterios, pero aún estamos buscando el mejor camino”, refiriéndose a la reforma de la Curia que Francisco está llevando a cabo desde el inicio de su Pontificado. Se enfrenta así a los críticos con el Pontífice que aseguran que los cambios no son palpables, y que todo continúa como está.
Becciu, que recibirá el capelo cardenalicio en las próximas horas, explicó a CRUX que “aún es demasiado pronto” para juzgar, ya que “el trabajo no está acabado. Estamos trabajando en una nueva constitución apostólica que abarcará todo, dando una estructura unificada a la reforma. Hasta hoy hemos visto distintos elementos pero no una idea unificada”. Becciu ha servido como Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado desde 2011, cargo que dejará hoy tras ser creado cardenal. A partir de agosto se convertirá en el nuevo Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Los obispos de la provincia de Kasai, en la República Democrática del Congo, han denunciado la crisis humanitaria que actualmente se vive en su región. Afirman, con datos respaldados por UNICEF, que alrededor de 770.000 niños menores de 5 años sufren desnutrición severa, y señalan como principal culpable a la inestabilidad que causa Kamuina Nsapu, un grupo guerrillero rebelde ahora sin líder que habría acabado con más de 3.300 inocentes desde 2016, y del que se sospecha que tiene un alto porcentaje de niños soldado menores de 14 años.
Según informa FIDES, el arzobispo de Kananga, Marcel Madila, ha visitado personalmente las aldeas afectadas, y ha pedido “una intervención urgente y masiva, porque está comenzando un período difícil, la estación seca. Si los niños no reciben asistencia ahora, corremos el riesgo de tener miles de muertes”. Por ahora, Cáritas Congo ha sido la primera organización en responder a la llamada a través de las Cáritas diocesanas del país, y actualmente están preparando un plan de respuesta a esta crisis, cuyas consecuencias “podrían ser peores que las de una epidemia de ébola”, según Emmanuel Mbuna, coordinador de Emergencias de Cáritas Congo.
En Seúl, capital de Corea del Sur, se celebra todos los martes una Misa en la Catedral de la Inmaculada Concepción “por la Paz y la reconciliación”. El pasado martes se celebró la número 1.170 desde que el comité por la reconciliación del pueblo coreano de la archidiócesis de Seúl inaugurara esta tradición en 1995 junto a la asociación católica de Chosun, organización de norcoreanos reconocida por el Gobierno. Fue celebrada por Kim Nam-woong, un joven recién ordenado sacerdote, quien afirmó que “para la verdadera reconciliación, lo que debemos hacer es rezar”.
Esta Misa fue además el momento señalado por la archidiócesis para lanzar la nueva campaña de oración por la Iglesia en el Norte, bajo el eslogan ‘La Iglesia de Corea del Norte está en mi corazón’. Según informa FIDES, la iniciativa compromete a católicos voluntarios de la zona para que todas las mañanas y las tardes recen una oración por la Iglesia en el Norte, así como a asistir a la Misa por la paz al menos una vez al mes, y participar ocasionalmente en actividades de voluntariado. La comunidad católica de Corea del Norte comprendía 57 iglesias y 52.000 fieles en 1945, tras la II Guerra Mundial. Sin embargo, desde la separación en dos naciones no hay fuentes demasiado fiables en cuanto a número de católicos, con rangos entre los 10.000 y el medio millón.