El nuncio nicaragüense, Waldemar Stanislaw, durante la misa en la catedral de Managua ha dicho que “el papa Francisco nos pide a todos ser constructores de la paz de Cristo, llamando a que cese toda violencia, que se evite un inútil derramamiento de sangre en Nicaragua”.
Stanislaw participó la semana pasada en la marcha que hicieron un grupo de obispos en la ciudad de Masaya para pedir que cese la represión gubernamental contra la población civil. Con este propósito dijo que el Santo Padre ha manifestado su deseo de que se restaure la “paz y estabilidad social y que se actúe con sensatez, porque nunca es tarde para saber actuar bien y nunca es tarde para el perdón y la reconciliación”.
El tribunal de justicia de Orleans (Francia) ha enviado a la justicia penal el caso de un sacerdote acusado de abusos sexuales a menores de 15 años y también al obispo André Fort por no denunciar al primero. Los hechos contra Pierre de C., datan de 1993 y ocurrieron en un campamento de verano celebrado en el Pirineo francés, el sacerdote era el encargado de la enfermería y aprovechó este cargo para tocar a varios menores. 10 niños acabaron testificando y varios familias iniciaron también el proceso civil.
El obispo André Fort está acusado de no haber denunciado a este sacerdote ante la justicia, cuando una de sus presuntas víctimas, Olivier Savignac, le informó de la situación en julio de 2010. La orden judicial señala que “participó en el encubrimiento de actos de pederastia gravemente perjudiciales para varios menores y no señaló estos hechos ante la justicia, prefiriendo preservar la reputación y la imagen de la Iglesia en lugar de permitir que se haga justicia a las víctimas”.
Matteo Salvini, el ministro de Interior italiano, ha declarado a una emisora de radio que “las puertas de Italia están cerradas durante todo el verano a los buques de las ONG”. La palabras del líder de la Liga han coincidido con la noticia del naufragio de una barca que ha dejado más de 100 desaparecidos, entre ellos 3 niños, según ha informado la Guardia Costera de Libia.
Por otro lado, Médicos Sin Fronteras ha declarado que “cada muerte en el mar está causada por las medidas que adopta la Unión Europea: nos bloquean e impiden hacer nuestro trabajo con personas muy necesitadas”. “Los gobiernos europeos están financiando y equipando a la guardia costera de Libia para interceptar barcos a la deriva y enviar a la gente a la frontera en Libia, donde están detenidos en condiciones inhumanas”, concluye el comunicado publicado en el diario italiano La Repubblica.