Cada viernes, Vida Nueva te acerca sus recomendaciones en pantalla grande (o no tanto)
Los jóvenes Tami Oldham y su novio Richard se hacen a la mar en su velero, pero en medio del océano se ven sorprendidos por un huracán de nivel cuatro. El impetuoso temporal les dejará a la deriva durante 41 días en una embarcación muy dañada, sin comida, sin agua y él gravemente herido. Una situación que le obligará a ella a tomar el mando para intentar sobrevivir.
Como hiciera en ‘Everest’ (2015), Baltasar Kormákur se inspira en hechos reales para narrarnos una historia de supervivencia, pero lejos de la montaña y centrada en su pareja protagonista; especialmente en esa mujer (Shailene Woodley), que tirará de fortaleza y valor para sobreponerse al naufragio. Aunque, como buen drama romántico, el realizador hispano-islandés no se resiste a contarnos dónde y cómo nació la relación, y qué rumbo tomó hasta la frustrada travesía.
Dos momentos presididos por la incertidumbre. Una analogía demasiado evidente, que pierde interés cuando mira al pasado y que, sin embargo, recupera el tono en cada zarandeo del oleaje, enfrentados a sus miedos y a la soledad oceánica.
En días de Mundial, aquí la aventura sin tregua vence por goleada al romance.
Cuatro años después de que la erupción de un volcán destruyera el parque temático construido en Isla Nublar, los protagonistas acudirán al complejo turístico abandonado para salvar a los dinosaurios supervivientes. Lo harán en compañía del recuperado doctor Ian Malcolm (Jeff Goldblum), y allí descubrirán una conspiración que atenta contra el orden natural.
Quinta entrega de ‘Parque Jurásico’, la mítica franquicia llevada a la gran pantalla por Steven Spielberg en 1993 a partir de la novela homónima de Michael Crichton, recae ahora sobre Juan Antonio Bayona la responsabilidad de proseguir con la saga. Se trata de su primera superproducción en Hollywood, pero su contrastado oficio y el despliegue de medios exhibido en ‘Lo imposible’ (2012) y ‘Un monstruo viene a verme’ (2016) ya se antojaban garantías suficientes para estar a la altura del nuevo desafío.
El resultado es un cine de aventuras que, sin perder la impronta del realizador español y sus inclinaciones góticas, rinde el merecido homenaje al creador de un universo muy reconocible.
Una forma como cualquiera otra de pasar la tarde a salvo de los rigores estivales.
Una boda de postín en un incomparable marco, un castillo francés del siglo XVIII, acaba como el rosario de la aurora. De sus preparativos, el propio banquete y la fiesta posterior dan fe –entre otros– el personal encargado del ‘catering’, el fotógrafo o el DJ.
Los franceses Olivier Nakache y Eric Toledano, responsables de comedias tan populares como ‘Intocable’ (2011) o ‘Samba’ (2014), rebajan el toque dramático-emotivo de sus anteriores trabajos para entregarse al desmadre lúdico que exige la ocasión. Cuentan para ello con un reparto dispuesto a no conceder tregua en cada uno de los ‘gags’ y situaciones, aunque no siempre logren hacer reír a gusto de todos.
En su favor cabe decir que esta historia coral tiene ritmo, frescura y momentos ciertamente brillantes. ¿Suficiente para haber arrastrado a las salas a tres millones de compatriotas? Resulta exagerado pensar que estamos ante el festival del humor, pero nadie podrá negar que la celebración organizada en la campiña gala es capaz de proporcionar durante casi dos horas una saludable diversión.
Si así “es la vida”, como proclama el título, más vale estar preparados con un buen cuenco de palomitas.