En 1978, tras “una fuerte crisis de sentido”, José Miguel Oriol tuvo “la suerte de encontrarse con Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación”. Fruto de aquel encuentro, nació la editorial del mismo nombre con el deseo de que sus libros contribuyeran “al diálogo verdadero entre las personas, y con la Persona de Cristo”. Hoy, 40 “apasionantes” años después, su hijo, Manuel Oriol Salgado, dirige Ediciones Encuentro siguiendo el empeño, “nada sencillo en España”, de “combinar una clara identidad cristiana con un reconocimiento en el ámbito cultural laico como interlocutor”.
PREGUNTA.- ¿Qué balance haría de estos 40 años de singladura editorial que están celebrando?
RESPUESTA.- Han sido unos ‘primeros’ 40 años apasionantes, en los que hemos querido aportar a la sociedad y a la Iglesia en España y Latinoamérica perspectivas, temas y autores novedosos, y, a nuestro juicio, necesarios. Y, con toda humildad, creo que algo ha calado. En este sentido, nos sentimos completamente reconocidos (no solo por nuestro nombre) en la necesidad de una cultura del encuentro que promueve el papa Francisco, también en el ámbito del pensamiento y la literatura.
P.- ¿Cómo hacer entender a las autoridades y a las generaciones más jóvenes que la religión, como el arte o la filosofía, también es cultura?
R.- Es una gran pregunta. De hecho, nuestro empeño, nada sencillo en España, es combinar una clara identidad cristiana con un reconocimiento en el ámbito cultural laico como interlocutor. En España hay demasiados compartimentos estanco, y vemos necesarios una mayor permeabilidad y diálogo, en muchos sentidos, pero también entre el ámbito religioso y el laico.
P.- ¿Qué le pide al futuro para Ediciones Encuentro?
R.- En septiembre inauguramos una nueva sede, en pleno centro de Madrid, buscando una mayor cercanía con nuestros lectores, presentes y futuros, y una presencia más visible en medio de la vida cultural pública. Eso es lo que deseo, si Dios quiere, para la editorial.