Ante la victoria de Andrés Manuel López Obrador, los obispos aseguran que ningún gobernante tiene todas las ideas y soluciones, por lo que es responsabilidad de todos seguir participando cívicamente, “siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común”
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) felicitó al ganador de la elección presidencial en el país, Andrés Manuel López Obrador, quien, de acuerdo con el último corte del Programa de Resultados Electorales Preliminares, habría obtenido un 53.4 por ciento de las preferencias, más de 30 puntos porcentuales por arriba del segundo lugar.
Este domingo 1 de julio, millones de mexicanos acudieron a las urnas para elegir al Presidente de la República, senadores y diputados tanto a nivel federal como local, así como ocho gobernadores y alcaldes: un total de 18 mil 299 cargos a nivel nacional.
Tras el anuncio que hiciera ayer por la noche el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, sobre la tendencia clara a favor del candidato por la coalición Juntos haremos historia, los obispos del país emitieron el siguiente mensaje: “Saludamos y felicitamos, con respeto y cercanía, al licenciado Andrés Manuel López Obrador, a quien los resultados preliminares han declarado ganador”.
El texto, firmado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM, así como por el obispo Auxiliar de Monterrey y secretario General del organismo, Alfonso Miranda Guardiola, recuerda que “todos estamos llamados a colaborar de forma positiva con nuestras autoridades electas”, y destaca que la jornada electoral, en la que millones de mexicanos ejercieron su derecho a votar, “fue en general, ordenada y serena. Detrás de este esfuerzo democrático está la dignidad y libertad de cada ser humano, llamado a participar en la vida social”.
Asimismo, manifestaron su reconocimiento a las autoridades electorales, así como a los ciudadanos en general, y consideraron que tanto el gobierno como la sociedad, “trabajando juntos, podemos hacer grandes cosas”.
En este contexto, los obispos del país afirmaron que solo se podrán tener mejores condiciones de desarrollo para todos, si los ciudadanos se involucran en el mejoramiento de los municipios, entidades federativas y de toda la República Mexicana, pues “ningún gobernante, por sí mismo, tiene todas las ideas y todas las soluciones. Es responsabilidad nuestra seguir participando cívicamente, siempre con respeto de los derechos humanos y del auténtico bien común”.
Para la Iglesia en México, la educación y el combate a la pobreza, la verdad y la libertad, el respeto a la diferencia y la búsqueda de consensos, son los caminos para vencer la desigualdad, el egoísmo y el abuso.
Tras reprobar los actos de violencia suscitados en algunas localidades del país durante la jornada electoral, los obispos hicieron un llamado a los creyentes a unirse en oración para agradecer y consolidar este momento cívico-político.
“A los católicos, en especial –señalan– los exhortamos a redoblar su compromiso para que el testimonio de nuestra entrega y generosidad iluminen la vida social, con el evangelio de la vida, de la paz y de la solidaridad”.
Los obispos exhortaron al Pueblo de Dios a seguir implorando la protección maternal de Santa María de Guadalupe, “quien nos impulsa a construir un México reconciliado, justo y fraterno que reivindique la dignidad de los más pobres y excluidos, la vida del no-nacido, el bien de nuestras familias y la auténtica libertad religiosa”.
En sus respectivas cuentas de Twitter, el arzobispo primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, y el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, se congratularon por la gran participación ciudadana en la elección.
El arzobispo Cabrera pidió rezar por el presidente electo, mientras que el cardenal Aguiar comentó que ahora será necesario “trabajar por el bien de México para desarrollar una sociedad reconciliada, fraterna y solidaria”.
Asimismo, en un comunicado, el obispo de Cuernavaca (Morelos), Ramón Castro Castro, hizo un llamado a las autoridades electas para que respondan a las expectativas de los ciudadanos “y no traicionen la confianza del pueblo”.
Morelos –uno de los ocho estados en los que se eligió gobernador– es la cuarta entidad de México con mayor inseguridad y violencia, por lo que el obispo Castro consideró que “es tiempo de sanar y fortalecer las estructuras que deben procurar seguridad y bienestar a la comunidad”.