La semana pasada, entre el 27 y el 29 de junio, los frailes Dominicos Promotores Provinciales de Justicia y Paz de Europa celebraron un encuentro en Francia con los nuevos desafíos de las migraciones en el foco, mientras el Consejo Europeo celebraba una cumbre con el mismo objetivo. Finalizado el Encuentro, los Dominicos han emitido un demoledor comunicado en el que arremeten contra la política migratoria europea y urgen a encontrar soluciones eficaces y respetuosas con los derechos humanos.
En primer lugar, los frailes “nos avergonzamos de que, una vez más, la política migratoria de la Unión Europea se centre cruelmente en la externalización, el control y el retorno de migrantes y refugiados“. Afirman que estos acuerdos de la UE “ignoran la difícil situación de las personas que huyen de sus países” y denuncian que es una política que no trata las causas de la inmigración, no respeta los derechos de los inmigrantes y viola los tratados internacionales que protegen sus derechos.
Del mismo modo, solicitan a los dirigentes continentales que los fondos de asilo europeos “sean utilizados para garantizar el derecho a obtener refugio para quienes huyen de la guerra y la persecución”, y atacan la política de creación de centros de seguridad donde se permite la detención de personas, muchas veces de forma inútil.
Una política “vergonzosa”
“Es vergonzoso que, en un momento en que las llegadas a la Unión Europea son particularmente bajas en comparación con 2015, los líderes de la Unión Europea están transmitiendo una sensación de alarma aparentemente con el fin de eludir sus obligaciones legales“, continúa el comunicado, que finalmente propone la creación de corredores humanitarios “legales y seguros” que permitan el paso a quienes solamente buscan huir de los conflictos.
Igualmente piden avanzar hacia “un sistema de asilo común, basado en la solidaridad entre los Estados miembros” y muestran su preocupación por la creación de plataformas de desembarco en países donde los derechos humanos “no están garantizados”. Finalmente, hacen un llamamiento a los Estados de la UE para que “reconozcan y reafirmen su responsabilidad común de defender los derechos de los migrantes” y cumplan “sus obligaciones de salvamento y protección“.