Bieito Rubido a los misioneros: “Den su testimonio en las redes, sin avergonzarse”

La facultad de Teología de Burgos ha acogido esta mañana, 3 de julio, la ponencia de Bieito Rubido, director del diario ABC, titulada ‘La comunicación misionera y el periodismo misionero’, enmarcada en la 71ª Semana Española de Misionología.

Rubido, quién ha narrado la experiencia personal de su viaje a Perú para visitar a su hermana misionera, ha señalado que “hay pocas historias tan buenas como las de los misioneros. Sin embargo, ¡qué mal contamos su labor!”. Y ha dado claves y consejos para difundir la noticia misionera de una forma atractiva.

El primer punto que ha señalado ha sido internet, donde “estamos aún en la prehistoria de lo que puede llegar a ser. En la red, la velocidad es enorme, pero la esencia del hombre es igual, las personas se emocionan con lo mismo que hace miles de años”. Además, ha propuesto a los misioneros, presentes en la sala, dar su testimonio en las redes, sin avergonzarse. “Muchas veces la Iglesia se vende mal, tenemos que seducir de otra forma a la sociedad, utilizar la potencialidad de las tecnologías para contar nuestra versión”.

Debate sobre comunicación cultural y pastoral

La intervención del director de ABC ha dado paso a la mesa redonda de los profesores José Francisco Serrano Oceja (Universidad CEU San Pablo) y Ninfa Watt (Universidad Internacional de La Rioja), quienes han reflexionado sobre la comunicación desde el punto de vista de la cultura y de la pastoral respectivamente.

Serrano ha defendido que la clave para que la Iglesia pueda proponer su mensaje en un contexto cultural lleno de incertidumbres es “creando espacios de confianza, donde se pueda proponer la experiencia del encuentro con Cristo, unido a la verdad que ofrece”.

Por su parte, Ninfa Watt ha mostrado los problemas que se encuentra en la realidad actual a la hora de proponer el mensaje de Cristo como Camino, Verdad y Vida y ha animado a “hacer una fuerte apuesta desde la Iglesia de integrar y aprender el lenguaje de la sociedad para proponer el mensaje del Evangelio, armonizando la cabeza y el corazón, sin miedo a conocer la realidad, siempre con una mirada de esperanza”.