Manos Unidas ha publicado la Memoria Institucional de 2017 en la que explica del trabajo que ha realizado a lo largo del pasado año. La presidenta, Clara Pardo, señala la necesidad de un “compromiso con la defensa del derecho a la alimentación y de unas relaciones de producción y consumo justas” y pide apoyar “aquellos a quienes el papa Francisco calificó de ‘sobrantes‘ en una sociedad en la que priman el individualismo y la falta de solidaridad”.
La primera buena noticia es que la institución recaudó algo más de 48 millones y medio de euros en total, un 2,2% más que en 2016. Los proyectos nuevos financiados con este dinero ascienden a 570, que se suman a los aprobados en años anteriores elevando la cifra de proyectos a 894 en 59 países distintos, con apoyo directo a 1.680.000 personas y a más de 6 millones de forma indirecta.
El sector con mayor apoyo es el educativo, que cuenta con 200 proyectos, seguido por el agrícola, el sanitario, el social y el de promoción de la mujer, este último más reciente pero que ya cuenta con 68 iniciativas. Pardo destaca “el incremento de las iniciativas destinadas a apoyar y acompañar a la población refugiada en países del Sur (…) o Jordania y Líbano, donde nuestros socios locales están atendiendo a refugiados sirios y a población local muy vulnerable”.
A todos estos proyectos planificados se deben sumar aquellos de emergencia, a los que Manos Unidas ha respondido a petición de sus socios a nivel local, y que forman un total de 34 proyectos de apoyo en catástrofes y crisis humanitarias, a lo que se destinaron casi dos millones de euros y de los que se beneficiaron más de 185.000 personas.
Origen de los fondos y actividad en España
Manos Unidas informa de que el 87,3% del dinero recaudado proviene de aportaciones privadas, y el 12,7% del sector público. La mayoría de estos ingresos, casi un 40%, procede directamente de los socios y colaboradores de la ONGD, destacando el aumento de aportaciones domiciliadas esto es, periódicas- con respecto al ejercicio anterior, algo que Ricardo Loy, secretario general, ha querido agradecer especialmente, subrayando que “junto a la colecta anual en parroquias, es la que supone el grueso de los fondos que nos permiten continuar con nuestra labor”.
Por otro lado, en la Memoria se recoge que el 90,1% de los gastos se destinó a los fines ya establecidos de la asociación –un 85,2% a los proyectos y un 4,9% a la sensibilización– y el 9,9% restante a gastos de administración y estructura.
En cuanto a nuestro país, Manos Unidas contaba al finalizar 2017 con 5.160 voluntarios y 140 trabajadores contratados en las 72 delegaciones diocesanas que comprende. La Memoria destaca la campaña de sensibilización: “El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida”, los Premios Manos Unidas, las 24 horas de Manos Unidas –que ya lleva cinco ediciones–, o el Festival de Clipmetrajes. Asimismo, subraya las campañas de sensibilización llevadas a cabo junto a otras organizaciones, como la alianza CIDSE y Enlázate por la Justicia.
