La celebración será el próximo domingo 8 de julio a las 11, y se ha invitado a todas las comunidades a estar presente o unirse para “pedir al Señor, por intercesión de Nuestra Virgen de Luján, la gracia de servir y cuidar de toda vida, en especial la del niño y niña por nacer, porque #ValeTodaVida”.
Allí se realizará la consagración del pueblo argentino a la Virgen de Luján.
El Congreso, la calle y la Iglesia
Desde que el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, habilitó la discusión parlamentaria sobre la despenalización del aborto, se abrió una nueva división en el país. Dos nuevos grupos comenzaron a protagonizar un fuerte debate, a favor y en contra del aborto. El Congreso Nacional se tiñó de dos colores: celeste y verde, marcando claramente las posturas contrarias.
A esta altura del año, dicho proyecto de ley ya tiene media sanción. En la Cámara de Diputados, en una larga jornada de 33 horas, la postura a favor de la despenalización del aborto logró imponerse por solo 4 votos. Esta semana comienza, en la Cámara de Senadores, el tratamiento en comisión del proyecto aprobado en Diputados.
Mientras tanto, la Iglesia se ha mantenido durante estos meses en campaña, proponiendo jornadas de ayuno y oración, convocando a un fuerte período de oración entre el domingo de la Ascensión hasta la Solemnidad de Corpus, y ahora esta Misa por la Vida. Además, no faltaron las declaraciones de la Comisión Ejecutiva, de las regiones pastorales, de las comisiones episcopales, de los curas villeros.
Para renovar la esperanza
También se rezará la Oración por la Vida, cuya autoría corresponde a San Juan Pablo II de la carta encíclica Evangelium Vitae. Esta oración acompaña, desde hace meses, este tiempo de diálogo con quienes no piensan igual. Se volverá a rezar en la Basílica de Luján, para dejar a los pies de la Madre el cuidado y la protección de los niños por nacer.
Oh, María aurora del mundo nuevo.
Madre de los vivientes
a Ti confiamos la causa de la vida;
mira, Madre, el número inmenso de niños
a quienes se les impide nacer,
de pobres a quienes se les hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo,
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.