Unos 60 paramilitares, partidarios del presidente Daniel Ortega, han asaltado en la mañana de este lunes la Basílica San Sebastián, en la ciudad nicaragüense de Diriamba, en la que se encontraba un grupo de una docena de personas.
Los asaltantes han roto algunos de las vidrieras del templo para arrojar bombas lacrimógenas en el interior del templo en el que un grupo de fieles estaba instalando un puesto médico para atender a los heridos que está dejando la conflictividad social que está viviendo el país.
Al templo acudieron, a primera hora de la tarde el cardenal Leopoldo Brenes y el obispos auxiliar de Managua Silvio José Báez, que fue despojado de las insignias episcopales y golpeado en un brazo, según el mismo ha mostrado en su perfil en la red social Twitter. Por su parte, el cardenal Brenes ha señalado que “nunca habíamos visto en Nicaragua situaciones así. Nuestra palabra ha sido proclamada, fuimos contentos en medio de las debilidades, de los insultos”.
El obispos auxiliar no ha dudado en ratificar “cumplimos con nuestra misión de liberar a las personas que estaban atrapadas en la basílica de San Sebastián. Esto que me pasó no es nada comparado a lo que ha sufrido el pueblo”, dijo el obispo auxiliar de Managua.
También han sido heridos fueron golpeados algunos periodistas y sus equipos incautados por parte de los afines al presidente. Otro sacerdote, Miguel Mántica también fue agredido por estos grupos paramilitares de inspiración sandinista.