La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha anunciado que no se va a retirar de la mesa de Diálogo Nacional, y que los trabajos de ésta continuarán a pesar de los ataques verbales y físicos que sufrieron el pasado lunes en la basílica de San Sebastián de la ciudad de Diriamba, por parte de partidarios del gobierno de Ortega y encapuchados.
El obispo de Jinotega, Carlos Herrera señaló que los ataques “son algo grave, nunca visto y ojalá no se repita” y añadió “el diálogo va a continuar, seguimos unidos al dolor y sufrimiento de tantas personas que han sufrido esta violencia, unidos con paciencia y humildad”.
El Episcopado nicaragüense, junto a la comunidad internacional, han pedido que el gobierno cese la violencia y adelante las elecciones, algo que el presidente Daniel Ortega rechaza continuamente.
La organización Coetus Internationalis Ministrantium ha organizado la XIII edición de la Peregrinación Ministerial Internacional, que se desarrollará del 30 de julio al 3 de agosto, en Roma. Y en la que está previsto que participen más de 60.000 niños y niñas procedentes de más de 15 países europeos y americanos.
“Busca la paz y persíguela” (Sal 34, 15 b) es el lema elegido para este evento, que culminará con la audiencia con el papa Francisco, el 31 de julio. Los organizadores crearon un canal de Youtube (yt.gorome.de), para que los jóvenes participantes subieran sus vídeos con declaraciones personales sobre temas de paz, fe, peregrinaciones… La presencia de las nuevas tecnologías se refleja también con la aplicación goRome! en la que hay textos espirituales, juegos de aventuras con San Tarcisio, patrón de los monaguillos, como protagonista e información sobre Roma.
El Episcopado filipino ha celebrado su 117º Asamblea Plenaria, al final de la cual ha emitido una exhortación pastoral titulada ‘Regocijaos y sed felices’. “La Iglesia respeta la autoridad política, especialmente a los funcionarios públicos elegidos democráticamente, exigiendo el respeto de los principios morales y espirituales”, señaló el arzobispo Valles. Sus palabras han servido para mostrar que la Iglesia va a continuar trabajando con el Gobierno para abordar las necesidades de los grupos más desfavorecidos.
La Iglesia filipina ha mostrado varios desacuerdos con el gobierno y el presidente Duterte, pese a los cuales dicen que continuarán con “una colaboración crítica con el gobierno, reconociendo la separación constitucional entre Iglesia y Estado”, señaló Valles.
Los obispos concluyen su exhortación haciendo un llamamiento a los fieles ante la violencia que está viviendo el país: “en estos momentos de oscuridad, cuando hay tanto odio y la violencia, y el asesinato se ha convertido en un hecho casi todos los días, los fieles tenemos que permanecer firmes en nuestra vocación y misión común, que es trabajar activamente por la paz”.