La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha irrumpido en su primera comparecencia en la Comisión del ramo del Congreso de los Diputados con la reforma de los pilares de ley Wert bajo el brazo, si bien la LOMCE se mantendrá. Entre las principales novedades, explicó que la asignatura de Religión dejará de ser computable. Tal y como avanzó hace unos días en una entrevista, la materia continuará siendo optativa pero no contará para nota ni habrá asignatura alternativa si no se quiere cursar.
Recuperando el espíritu de la polémica Educación para la Ciudadanía, Celaá pondrá en marcha una asignatura sobre valores cívicos y éticos que tendrá como objetivo “el tratamiento y análisis de los derechos humanos y de las virtudes cívico-democráticas”. En este sentido, garantizó que la futura materia no causará polémica entre los partidos políticos, entre otras cosas porque es una materia incorporada en muchos países europeos.
Otra de las cuestiones que también ha subrayado en su comparecencia es la cuestión de la escuela concertada. Así, la titular de Educación ha reafirmado que la escuela concertada será “complementaria de las necesidades de escolarización”. “Pero la red pública tiene que ser el referente del sistema educativo”, enfatizó.
Aterrizando aún más, se ha referido al caso de los colegios de educación diferenciada para comentar que tiene previsto iniciar un diálogo con los responsables de estas escuelas en aras de dilucidar su futuro, en tanto que, según ella, “contravienen los principios generales de la educación inclusiva y coeducación”.
Junto a estas medidas, la ministra anunció el fin de las reválidas creadas por Wert, la reducción de las horas lectivas para los profesores, la creación de una ley de Formación Profesional y la puesta en marcha de un programa para fomentar la educación de de 0 a 3 años.