El obispo Peter Comensoli ha sido el elegido para sustituir al arzobispo Denis Hart al frente de la archidiócesis de Melbourne –la más grande de Australia– después de la renuncia de este por edad. Comensoli, que aún no ha tomado posesión de su nuevo cargo, ha exhortado al arzobispo Philip Wilson de Adelaida a renunciar a su cargo después de ser condenado a un año de prisión por encubrimiento de abusos sexuales en la década de 1970.
El mitrado no ha renunciado aún pese a la condena, si bien actualmente el obispo Gregory O’Kelly, de Port Pirie, ha asumido todas sus responsabilidades a la espera de sentencia firme. Comensoli afirma que “Wilson no ha renunciado porque va a ejercer su justo derecho a la apelación, pero en todo ello cabría pensar qué es bueno para el pueblo de Dios en estas circunstancias y particularmente qué sería lo adecuado para la gente de la archidiócesis de Adelaida”.
“Creo que el camino que está tomando no beneficia a la Iglesia, por lo que yo junto a otros obispos hemos decidido aconsejar a Philip en este sentido”, sentencia. Según informa CRUX, el presidente de la Conferencia Episcopal de Australia, Mark Coleridge, publicó un comunicado en el que afirmaba que varios obispos alentaban a Wilson a renunciar a su ministerio, incluso antes de conocerse la sentencia de culpabilidad.
El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, ya ha llegado a Caracas para ejercer su labor de Administrador Apostólico. En un primer saludo por escrito a los fieles de la archidiócesis, afirmó que llega para “acrecentar la dulce y confortadora alegría de evangelizar incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas”. El purpurado recuerda a los fieles que la capital del país no le es desconocida, ya que nació en ella y ha vivido momentos clave de su educación y vocación en la misma.
Porras, que está familiarizado con la situación de la capital, ha asegurado que no trae “ningún plan preconcebido, pues lo primero que quiero hacer es escuchar y atender los clamores, necesidades y expectativas de un pueblo sumido dramáticamente en la honda crisis que padece el país“. Por tanto, su primer objetivo será reunirse con los distintos agentes pastorales, “y estar atento a las muchas urgencias y propuestas de instituciones públicas y privadas”, teniendo siempre en mente que el Papa ha pedido una Iglesia en salida, y que este “salir de la propia comodidad, personal y comunitariamente, es el mejor ingrediente para que crezca la fe“.
El cardenal no se ha querido olvidar en esta primera alocución de la situación de la cercana Nicaragua, con la que se ha solidarizado. Concretamente ha condenado el asesinato del sacerdote Irailuis García, “que se une a la interminable lista de caídos fruto de la violencia sistemática, irracional y trágica que arranca vidas, enluta familias y destruye la convivencia de comunidades y de la sociedad en general”. Así, según informa ACI, ha pedido que nos “unamos en esta plegaria al fraterno pueblo nicaragüense que sufre los embates de una violencia absurda y llora la muerte de centenares de sus hijos”.
Filippo Neviani, más conocido por su nombre artístico, Nek, ha sido noticia en Famiglia Cristiana por su última actividad, que dista mucho de la acostumbrada imagen de un escenario. El cantante ha pasado unas semanas en las favelas de Quixada y Fortaleza, entre otras ciudades de Brasil, repartiendo alimentos y bienes de primera necesidad en una vieja furgoneta con la organización Nuovos Horizontes y asistiendo sobre todo a niños que viven bajo el umbral de la pobreza, experiencia que ha compartido diariamente en su página de Facebook con todos sus seguidores.
La iniciativa surgió hace unos años, época en la que se definía como “cristiano tibio”, y ha llevado al artista a “testimoniar lo que puede hacer el amor”. Y es que Nek destaca la actitud de los niños cuando son queridos, que “corren felices, bromean y ríen, juegan, cantan, corren, te abrazan…”, algo que le ha emocionado profundamente, y le ha “comprometido a testimoniar la alegría de Cristo y portar la alegría del Evangelio al mundo”.
Aunque hay otra cara de la moneda en las favelas brasileñas. El artista también se ha hecho eco de la situación de varios niños que el Progetto Curaçao –en el que también participa y que financian miles de italianos con pequeñas donaciones– ha acogido sacándolos de las calles, donde “niños de 11 años son obligados por sus padres a prostituirse, a drogarse, y luego son abandonados”. Historias que “verdaderamente te ponen la piel de gallina”, afirma el cantante, quien ya está de camino a Italia para su próxima gira “tras dejar un trozo de mi corazón en las favelas”.