El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se reunió ayer, 16 de julio, con la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) en la sede de la misma. Allí, ha pedido a los empresarios que le ayuden a crear en la comunidad autónoma una “cultura del encuentro”, para contrarrestar la actitud de “desencuentros y descartes” tan en boga hoy en día.
“El no contar con todos, el echarnos en cara las cosas es evidente, así no se saca nada, se saca cuando nos encontramos“, subrayó el cardenal, quien reconoció que en el caso de los empresarios quizá conlleve un esfuerzo mayor: “Pero estoy hay que hacerlo saliendo al mundo, con el riesgo que tienen ustedes”. Sin embargo, arriesgarse es algo a lo que están acostumbrados, y en cuanto a este punto Osoro mostró su admiración por su “sabiduría humana”, ya que “ustedes podrían estar tranquilos y, sin embargo, arriesgan“.
Por eso les pidió reaccionar a las guerras y desencuentros del mundo, una reacción que “suelen hacer los grandes hombres y mujeres que arriesgan algo de su vida concreta para que otros puedan vivir también, y esos son ustedes“. Y esto, defendió el purpurado, debe pasar por un cambio de “forma de pensar, de vivir y de hacer las cosas”, algo que vale la pena porque “otro mundo es posible”. Finalmente les explicó que la Iglesia “necesita empresarios” que defiendan los valores cristianos, y les advirtió de que la riqueza “no es una cosa mala” siempre que no produzca “egoísmo”.
Somos partidarios de crear riqueza y empleo
Por otra parte, según informa EFE, el presidente de la CEIM, Juan Pablo Lázaro, respondió en su discurso subrayando el “papel importantísimo” que tiene la Iglesia católica en la sociedad, que es lo que les llevó a invitar al cardenal Osoro, ya que consideran que es “muy importante” contar con su colaboración. Además, aseguró al purpurado que “somos partidarios de generar riqueza, empleo y que se redistribuya”.
Tras las intervenciones hubo un coloquio con los distintos empresarios, durante el que Osoro afirmó que la libertad religiosa y la de educación son “la máxima expresión de libertad“, y, en clara defensa de la escuela concertada y de la asignatura de Religión, subrayó que “la educación no hace prosélitos, hace hombres y mujeres libres. Es esencial para que prospere el país”.