Tras la polémica suscitada por el traslado que el Gobierno ha decidido hacer de los restos de Franco, otros lugares de enterramiento están tomando medidas para cumplir la ley de memoria histórica que prohíbe “elementos contrarios a la memoria democrática”, de forma que puedan evitar ser el foco de tantas miradas como el dictador. Es el caso de los restos del teniente general Gonzalo Queipo de Llano, militar sublevado contra la segunda república al que Franco ninguneó tras la Guerra Civil y que, según algunos historiadores, habría ordenado entre otros el fusilamiento de Federico García Lorca.
Queipo de Llano yace desde 1951 en la basílica sevillana de Santa María de la Esperanza Macarena, cuya fundación financió y con cuya túnica fue enterrado. Ahora el hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández, ha comunicado a los medios la decisión de trasladar los restos del militar desde el lugar preeminente en el que se encuentran a un columbario común que construirían dentro de la basílica, de forma que continúe allí enterrado pero en un lugar más discreto. “Yo no puedo coger los restos sin darles una salida digna, no sería ni cristiano. La ley dice y la hermandad acata”, afirma Fernández.
El País informa de que la Hermandad contrató el año pasado un bufete de abogados para estudiar si debían trasladar el enterramiento, y estos finalmente han recomendado hacerlo antes de que la propia Junta les obligue. Sin embargo, como en todos los casos, el traslado debe ser consensuado con la familia del finado, aunque Fernández se muestra optimista, y da tres argumentos a favor: “Que la hermandad no resulte cuestionada, que el arzobispo no sufra un escrache y que la familia deje de oír insultos“.
La familia aún no se ha pronunciado, pero si finalmente apoya el traslado solamente se tardarían unas dos semanas. Sin embargo, si se opone, la Coordinadora Andaluza Republicana ha amenazado con llevar el asunto a la Junta y que sean ellos quienes decidan al respecto. En cuanto al arzobispado de Sevilla, simplemente ha decidido “mantener un absoluto respeto a la decisión de la hermandad y a lo que diga la familia”.
El secretario de Justicia de Escocia, Hamza Yousaf, ha afirmado que “el anti-catolicismo es tan nocivo como la islamofobia o el antisemitismo”, en respuesta al ataque contra un sacerdote católico al que abuchearon, escupieron y llegaron a golpear el pasado 7 de julio los miembros de la llamada “Orden Naranja”, que desfila todos los años por Glasgow conmemorando la victoria del protestante Guillermo de Orange sobre el Rey católico Jacobo II de Inglaterra en 1690. El itinerario de esta marcha es conocido por pasar por delante de diversos templos católicos, algo que aprovechan muchas veces para dar rienda suelta a su odio sectario.
El secretario Yousaf –que es musulmán– ha afirmado que “si se lo hubieran hecho a un imán o un rabino, habría habido una condena universal”, y ha hablado con el consejo de la ciudad para que obliguen a la orden a cambiar su itinerario y eviten así las iglesias católicas. Según recoge CRUX, la líder del consejo de la ciudad Susan Aitken se ha comprometido a “insistir” si los miembros de la orden se niegan a reprogramar su ruta. Aitken también ha calificado de “aberrante” que se “escupa, insulte y amenace a alguien por su fe en el Glasgow del siglo XXI”, ya que la libertad de culto es un derecho humano “aunque no estemos de acuerdo con lo que el otro crea”.
Por su parte, Anthony Horan, director de la oficina parlamentaria de la Iglesia católica en Escocia ha agradecido las palabras del secretario Yousaf, que resultan “muy significativas”, ya que hasta ahora el Gobierno “se resistía a calificar estos actos de anti-católicos, prefiriendo términos difusos como ‘sectarios'”. Por ello las palabras del político “representan un hito en la lucha contra el anti-catolicismo en Escocia”, y una oportunidad “para discutir la seguridad y el derecho de los católicos a ser protegidos de violencia e intimidación en la llamada ‘temporada de desfiles'”, algo que el consejo presidido por Aitken ya está estudiando, para “endurecer las normas y prevenir estos horrendos incidentes”.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha anunciado 40 nuevos proyectos, a los que destinará un total de tres millones de euros, enfocados a ayudar a la población de Siria y garantizar la supervivencia de las comunidades cristianas. Este dinero se suma a los algo más de tres millones y medio que ya ha donado a los cristianos sirios en lo que va de año. Según informa ACI, desde el inicio del conflicto hace siete años AIN ha llevado a cabo cientos de proyectos de asistencia en la zona, con un valor de 25 millones de euros.
Ahora, con el Estado Islámico prácticamente derrotado, el dinero ya no se destina tanto a emergencias como a proveer comida y medicinas y reconstruir edificios, ya que las fuertes sanciones económicas internacionales contra Bashar al-Assad no hacen sino empobrecer a la población. Así lo defiende el obispo Maronita de Alepo, Joseph Tobji, quien lamenta que “estas sanciones matan a los sirios tanto como las armas. ¿Acaso los niños y los enfermos también tienen que morir por culpa de la falta de medicinas? ¿Por qué los sirios deben morir de hambre?“.