El 5 de junio de 2011, el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación Pontificia para las Causas de los Santos, beatificó en Osma, España, a Juan de Palafox y Mendoza, arzobispo de México y virrey de la Nueva España en el siglo XVII.
La Ciudad de México lo recuerda muy bien, pues días después de la ceremonia de beatificación, llegaron a la Catedral sus reliquias, en el marco de una serie de actividades en las que participaron de manera conjunta la Iglesia y el Estado.
En aquella ocasión, en un histórico mensaje pronunciado desde el Altar de los Reyes del recinto catedralicio, el entonces arzobispo de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, dijo: “Qué extraordinaria paradoja que sea el beato Palafox quien nos convoque y reúna aquí en la santa iglesia Catedral Metropolitana a las personas más distintas en cuanto a credo, opciones políticas, clases sociales y diferencias ideológicas”. De esta manera, celebraba el trabajo conjunto con las autoridades de gobierno a nivel federal y local.
Cuentas claras
Fue por ello que la reciente presentación del libro ‘Cuentas claras de Juan de Palafox y Mendoza en su visita a la Casa de Moneda de la Nueva España’, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, no pasó desapercibida por los capitalinos.
Se trata de un documento que da testimonio de la minuciosa labor de este célebre personaje, como parte de las medidas fiscalizadoras implementadas en la época, pues fue el encargado de llevar a cabo una detallada revisión de cuentas con el fin de clarearlas, “incluso en contra de la jerarquía política y religiosa de aquel tiempo, que no siempre le permitió cumplir con su labor”, según señalaron los presentadores.
Durante el evento, Diana Isabel Jaramillo Juárez, directora de la Biblioteca Palafoxiana, calificó a don Juan de Palafox como un hombre muy ocupado, ya que tenía que realizar múltiples tareas, tanto civiles como eclesiásticas, y este libro reitera “el pensamiento tan ordenado” que tenía este “ser maravilloso, poseedor de un carácter tan riguroso, como pocos personajes en la historia de México”.
En sus páginas, el libro hace una revisión del detallado trabajo que realizó tras su visita en 1644 a la Casa de Moneda de la Nueva España. Además, expone un recorrido por la historia de la moneda en México, sus inicios y las complicaciones que se tuvieron para implementarla en el país, problemática que conllevó a la creación de la primera Casa de Moneda mexicana.
Una obra de colección
Por otra parte, David Villanueva Lomelí, titular de la Auditoría Superior del Estado de Puebla, de donde Juan de Palafox también fue obispo, aseguró que el libro “es de colección, y su edición está muy bien cuidada debido a que aparecen fotografías muy nítidas sobre las monedas acuñadas en esa época”.
Consideró a don Juan de Palafox y Mendoza (1600-1659) como un hombre sobresaliente, ya que en los diez años que permaneció en México hizo muchas cosas por el país, como concluir la construcción de la Catedral de Puebla y la biblioteca universitaria, conocida hoy como Palafoxiana.
Finalmente, Diana Isabel Jaramillo Juárez dijo que cada año se descubren nuevas joyas escondidas en dicha biblioteca, que aún encierra muchos secretos, “por eso es uno de los tesoros más importantes de Puebla y de México”.