“Después de cinco décadas, la Iglesia en América Latina cuenta con una experiencia valiosa que hoy le permite hacer un alto en el camino y evaluar críticamente el quehacer teológico en el continente”, asegura especialista
El Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México dio a conocer la realización del XIV Simposio Internacional de Teología ‘La teología como problema: debates sobre el quehacer teológico latinoamericano a 50 años de Medellín’, a realizarse del 18 al 20 de septiembre.
En entrevista para Vida Nueva, José de Jesús Legorreta, profesor e investigador del Departamento de Ciencias Religiosas de la Ibero, consideró que es fundamental realizar un debate en torno al quehacer teológico latinoamericano a cinco décadas de Medellín, pues en aquel entonces el Episcopado Latinoamericano ensayó una nueva forma de hacer teología inspirada en las directrices de la constitución pastoral “Gaudium et spes” (1965) y en el documento de Pablo VI “Populorum progressio” (1967).
De acuerdo con el especialista, esa nueva forma de hacer teología supuso partir de la realidad socio-histórica como un lugar teológico donde Dios también se revela, donde está presente y, a partir del cual, hay que discernir cómo ser cristiano y qué se tiene que hacer para adecuar la realidad acorde al plan de salvación.
Por esta razón –aseveró– tras 50 años de aquel importante acontecimiento para la Iglesia latinoamericana, ésta cuenta con una experiencia valiosa que hoy le permite hacer un alto en el camino y evaluar críticamente el quehacer teológico en el continente.
En este contexto, José de Jesús Legorreta explicó que el tema del “método” sigue siendo uno de los puntos neurálgicos de la teología heredada de Medellín, “pues hoy la mayoría de los pueblos del continente siguen padeciendo condiciones de inhumana pobreza, marginación y violencia, y por obvias razones, esas condiciones marcan la experiencia cristiana de fe, la cual exige un tipo de respuesta específica”.
Al referirse a la problemática que se abordará durante el simposio, señaló que ésta se encuentra en la misma teología: “si hacemos un seguimiento de las asambleas generales del Episcopado Latinoamericano, posteriores a Medellín, vemos que hasta Aparecida (2007 en Brasil), ha tenido lugar un auténtico debate en torno al método inaugurado en Medellín. En esas discusiones han aparecido diversas problemática tanto intra-teológicas, como interdisciplinares entre teología y otras ciencias”.
Como ejemplo, el profesor advirtió: “el Catecismo tradicional decía: ‘Dios está en la tierra, en el cielo y en todo lugar’, y a esta afirmación se le llegó a tomar un poco en serio; es así que el concilio Vaticano II y Medellín afrontan desde una mirada de fe, la tarea de discernir la presencia-ausencia de Dios en el acontecer histórico, discernir si la manera concreta como los seres humanos nos organizamos para convivir, producir y entendernos, dignifica o humilla, si realiza al ser humano o lo frustra, si las estructuras que hemos creado favorecen la posibilidad de que la ‘voluntad de Dios se haga en la tierra como en el cielo’ o más bien la sofoca e impide”.
En relación con una de las temáticas que se abordarán en el simposio: “La iglesia y la teología interpeladas por las resistencias y los excluidos”, el investigador recordó que si bien la misión de la Iglesia consiste, como indica el Evangelio, en ser “sal en la tierra y luz del mundo”, llevar a cabo esa misión implica relevancia y compromiso humano integral con los excluidos y vulnerados de todo tipo.
Y al referirse a la situación de la Iglesia y la espiritualidad en Latinoamérica, consideró que hay una efervescencia de nuevas experiencias eclesiales y búsquedas de Dios en múltiples aspectos, tendencias y acciones. “Por razones obvias, esta situación ha adquirido una fisonomía particular a partir de la propia tradición, cultura y situación socio-eclesial en América Latina”, añadió.
El problema –finalizó- es que “muchas de estas búsquedas y experiencias no hemos sido capaces de reconocerlas o visibilizarlas, pues con frecuencia solemos presuponer que la situación de la Iglesia y la espiritualidad sólo ocurre por los causes heredados del pasado. Lo cual, si bien, también ahí ocurre, hay nuevos horizontes y prácticas emergentes que no son necesariamente perceptibles desde las experiencias heredadas”.
Para mayores informes sobre el simposio, visitar :
https://enlinea.uia.mx/eventos/XIVSimposio.cfm